Independentismo
Puigdemont lanza un plan para conseguir la independencia por «desbordamiento»
El «desbordamiento», según Puigdemont, tiene que empezar «en las urnas» el 14 de febrero con una mayoría absoluta
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha presentado este sábado un plan estratégico para descongelar la independencia proclamada unilateralmente en 2017, mediante el «desbordamiento democrático» del Estado español si las fuerzas independentistas logran superar el 50% de los votos el 14F.
Así lo ha planteado en el acto fundacional de la Asamblea de Representantes independentistas, celebrado en formato mixto, en una doble sede: el Palau de la Generalitat y el Press Club de Bruselas, donde el 31 de octubre de 2017 comparecieron Puigdemont y buena parte de sus consellers, tras huir de España ante la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña.
En su intervención desde Bruselas, Puigdemont ha desvelado un documento titulado «Preparémonos», que pretende servir de «guía» para que el independentismo «haga efectiva» la declaración unilateral de independencia del 27 de octubre de 2017, «venciendo al poderoso Estado español a través del desbordamiento democrático».
Un «desbordamiento» que, según Puigdemont, debe comenzar «en las urnas» el 14 de febrero con una mayoría absoluta del independentismo, no solo en escaños sino también en votos.
Ese desbordamiento «democrático y no violento», ha remarcado, deberá continuar después en las instituciones y en la sociedad, de manera que «en el momento oportuno se produzcan movilizaciones masivas» y sostenidas en el tiempo para «defender la democracia».
Se trata, ha explicado, de que el movimiento independentista «recupere la iniciativa y retome las cosas donde se dejaron el 27 de octubre de 2017».
Su propuesta pasa por que las instituciones catalanas «activen la declaración de independencia, la sociedad se movilice para defender esta posición el tiempo que haga falta», mientras que el Govern, el Parlament y los ayuntamientos «desplieguen los efectos de la declaración de independencia y se acaben constituyendo en instituciones provisionales de la república», reconocida internacionalmente.
»Este objetivo es posible si se multiplica la experiencia del 1-O y se provoca un verdadero desbordamiento democrático, masivo, sostenido en el tiempo, que sea insostenible para el Estado», ha asegurado Puigdemont, que lidera el Consejo por la República, espacio organizador de la Asamblea de Representantes reunida hoy.
Para que esto sea posible, ha subrayado, deben cumplirse diversas circunstancias: primero, que el independentismo gane en votos y en escaños en las elecciones del 14F y, a continuación, que se constituya un «gobierno independentista que tenga por objetivo hacer efectiva la república proclamada».
También habrá que poner en marcha «iniciativas públicas y privadas orientadas a la conquista de espacios de soberanía, así como una «estructura digital de la república catalana y de los servicios esenciales que deben garantizar el funcionamiento del país durante el periodo de transición».
Hará falta saber asimismo la «respuesta explícita del Estado a la propuesta de negociar un referéndum de autodeterminación», porque si lo acepta, el independentismo se acogerá a esta vía.
Además de la «acción internacional» para recabar apoyos y reconocimientos, según Puigdemont, habrá que «organizar todo lo necesario para este desbordamiento democrático como herramienta de impulso y protección de la república catalana».
Todo ello solo será posible con una «alianza entre todos los actores del movimiento independentista», una unidad «imprescindible, inaplazable» y que no se puede «rehuir», ha recalcado Puigdemont, en pleno pulso entre JxCat y ERC por la hegemonía soberanista.
En ausencia de «unidad», ha advertido Puigdemont, «gana la represión», y «solo con lucha antirrepresiva no avanzaremos nunca».
Las relaciones entre los dos socios del Govern han tocado fondo en esta legislatura, con constantes choques y peleas públicas, hasta el punto de que ERC ha renunciado a participar en este acto fundacional de la Asamblea de Representantes independentistas al interpretar que está teñido de «partidismo» y mediatizado por JxCat.
Tras Puigdemont, también ha defendido el plan «Preparémonos» la exconsellera y eurodiputada de JxCat Clara Ponsatí, que ha definido el Estado español como «el gran enfermo del continente».