Restricciones
La Generalitat impone el confinamiento municipal y el cierre de los centros comerciales
Sólo podrán estar abiertos los establecimientos de hasta 400 metros cuadrados, el fin de semana tan sólo podrán abrir los esenciales y únicamente habrá deporte al aire libre
Cataluña cerrará sus municipios perimetralmente durante diez días. Así lo ha afirmado este lunes la consellera de Salut de la Generalitat de Catalunya, Alba Vergés, a quien ha anunciado nuevas medidas contra el coronavirus porque «la situación requiere que tenemos que reducir la interacción social». Todo este paquete de medidas se pondrá en marcha este jueves día 7 de enero.
«Serán diez días para parar el país, con nuevas medidas», ha añadido la consellera, quien ha detallado que «el Procicat se ha reunido esta mañana» para determinar varias medidas, como son «establecer un perímetro municipal cada día de la semana, sólo abrirán comercios de hasta 400 metros cuadrados, cerrarán los centros comerciales, los fines de semana tan sólo abrirán comercios esenciales, la restauración continuará con las mismas restricciones que en la actualidad, la cultura continuará como ahora, sólo habrá actividades deportivas al aire libre y las escuelas abrirán el 11 de enero con las extraescolares suspendidas».
«Tenemos que seguir haciendo este esfuerzo», ha reclamado Vergés, quien, entrando en números, ha lamentado que «hoy tenemos una media de unos 2.400-2.500 casos diarios, casi 17.000 casos nuevos a la semana, 2.084 personas ingresadas en nuestros hospitales y 392 personas en la UCI».
Aparte, la consellera de Salut ha explicado también una novedad con respecto a la vacunación, ya que los sanitarios empezarán a tomar parte en ella. «No esperaremos a vacunar a todas las personas de las residencias para empezar a vacunar profesionales sanitarios y lo empezaremos a hacer en paralelo», ha detallado.
Por su parte, el secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon, ha lamentado profundamente estos datos, pero ha dejado bien claro que la intención, ya que cree que no es un objetivo realista, «no es reducir las cifras, sino frenarlas». «Estamos en una situación de crecimiento, no exponencial pero sí sostenido desde los días 6 y 7 de diciembre», ha añadido, aventurando que «estas seguramente no son las medidas que tendrían que ser, pero tenemos que ver si serán suficientes para detener este crecimiento.
Argimon no ha querido hablar de una «tercera ola», destacando que lo importante es que «vamos creciendo en número de casos, de pacientes ingresados en la UCI... y eso es lo que nos preocupa. Si es la continuación de la segunda oleada o se trata de una tercera ola|oleada, es un tema más semántico». Se ha felicitado también Argimon porque|para que «en tan sólo doce semanas se habrán puesto ya 748.000 dosis de la vacuna», deseando que «el día 18 podamos reanudar la actividad».
El deporte
«No se podrá practicar ningún deporte que no sea al aire libre. Por lo tanto, actividades como el baloncesto, no se podrán desarrollar». Así se ha expresado Argimon. Con esta decisión, por lo tanto, muchas actividades deportivas verán pospuesta su actividad. Baloncesto, voleibol, hockey patines o fútbol sala, para mencionar algunas modalidades deportivas, son las que se detendrán, en principio, durante estos diez días.
Querían volar sin PCR
Por otra parte, los Mossos d'Esquadra pudieron interceptar a diez personas que querían volar desde el Aeropuerto del Prat hasta Abu Dhabi sin haber pasado el correspondiente PCR. Miquel Sàmper, conseller de Interior, apuntó en este sentido que «eran diez personas de nacionalidad pakistaní que querían volar con certificados falsos de PCR», una situación que no se había producido, de momento, al menos con tanta gente en un vuelo. De hecho, «se habían detectado tres personas más individualizadas en vuelos separados, nunca en grupo».
Actas levantadas por la reunión a la mezquita de Tarragona
Con respecto a la reunión en la mezquita de Entrevies de Tarragona, Sàmper confirmó que «nos entró un aviso que se había producido una reunión de unas 300 o 350 personas y, cuando llegamos al lugar, la gente se marchó. Contabilizamos, en total, 600 o 700, las cuales podrían haber participado en un entierro musulmán».
Sàmper añade que «comprobamos que el aforo de la instalación no estaba preparado para tanta gente» y, por este mismo motivo, levantaron cuatro actos, a «el imán de la mezquita, al presidente, a un familiar del difunto y a un trabajador de la funeraria para que se asuman las responsabilidades que corresponden».