El aplazamiento de las elecciones del 14-F toma fuerza

La mitad del ejecutivo que controla JxCat indica que en caso de retraso electoral, la nueva fecha se situaría a finales de primavera: entre mayo y junio. Se calcula que entonces ya se habría acabado la tercera ola, y se espera que la situación sanitaria y epidemiológica sería mejor, y más propensa a celebrar las elecciones en el Parlament.

El objetivo del Govern es que haya consenso de los partidos en la reunión del viernes y por eso públicamente no ha posicionado abiertamente a favor o en contra de un aplazamiento. De esta manera, el ejecutivo deja que los partidos vayan fijando posiciones antes de que el Govern lo haga oficialmente el viernes. Este miércoles pero el conseller de Acció Exterior, Relacions Institucionals i Transparència, Bernat Solé- de quien depende la organización de procesos electorales- ha afirmado que las elecciones se pueden hacer porque su departamento ha trabajado intensamente pero ha añadido que no serían legítimas si se percibe que votar no es seguro. Así pues, subraya la importancia de la legitimidad aunque esté la preparación suficiente para sacarlas adelante.

Desde de ERC se critica el posicionamiento del PSC de querer mantener las elecciones y lo intentan electoralista teniendo en cuenta que el candidato de los socialistas catalanes es el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Y en este sentido, JxCat considera que el PSC defiende la fecha del 14 de febrero para que el primer secretario del partido, Miquel Iceta, pueda ser ministro.

Cs y CUP apuestan por aplazar

La CUP ha sido el primer partido en pronunciarse públicamente a favor de aplazar las elecciones del 14 de febrero. Lo hizo este martes por la noche la candidata de CUP y Guanyem, Dolors Sabaté, apelando a la responsabilidad. Los anticapitalistas creen que los datos sanitarios actuales «alarman» y reclaman que se priorice «la vida de la gente y el derecho a votar». Su propuesta pasa para que, en paralelo, el Govern impulse un plan de choque económico y social para paliar los efectos de la epidemia. Por otra parte, piden que cuanto antes mejor, y haciendo seguimiento de la situación sanitaria, se decida una nueva fecha para celebrar las elecciones.

Unas horas después, este miércoles, el candidato de Cs, Carlos Carrizosa, también ha apostado por un aplazamiento. Considera que «no se pueden hacer unas elecciones en que la gente no pueda votar tranquilamente» y ha considerado que los comicios se tendrían que hacer cuando acabe la tercera ola , hacia mayo. El mismo Carrizosa ha presionado al Govern para que fije posición sobre si se tiene que aplazar el 14-F antes del viernes y los ha instado a «no tener miedo». El líder de Cs también ha cargado contra el PSC y ha dicho que son los socialistas catalanes los que tienen miedo de ir a unas elecciones.

El PSC, sol de momento

El PSC es quien ha hecho una defensa más encarnizada para que las elecciones se mantengan en la fecha prevista. Sólo con un confinamiento domiciliario general entenderían que se aplazaran los comicios. También alegan criterios jurídicos y señalan que la legislación vigente «no contempla la suspensión de unas elecciones ya convocadas». Recuerdan que estas elecciones han sido convocadas de manera automática y no por una decisión de Govern. De acuerdo con eso, remarcan: «Quien no ha convocado, no puede aplazar». Por todo ello reclaman al ejecutivo que garantice que las elecciones se celebran «con las máximas garantías» y que no estén más atentos a las encuestas que a asegurar esta jornada electoral.

Por su parte, la candidata de los Comuns, Jéssica Albiach, ha expresado dudas en las últimas horas sobre la conveniencia de mantener las elecciones y ha manifestado que le cuesta imaginarse ir a unas elecciones «con los hospitales al límite y a punto del colapso». Y en la línea de Cs, los comunes también piden al Govern que presente una «propuesta clara». Este miércoles Albiach ha añadido otra demanda, que el ejecutivo en funciones tenga en cuenta a los agentes económicos y sociales a la hora de decidir sobre la viabilidad del 14-F. En cambio, la ministra y dirigente de Unidas Podemos, Irene Montero, ha defendido la celebración de las elecciones catalanas el 14-F porque, a su entender, la pandemia no tiene que servir como «herramienta para favorecer unos u otros intereses electorales».

Y el PPC no se ha pronunciado sobre el debate de las elecciones. Los populares aseguran que no tienen una posición prefijada y que quieren escuchar primero las explicaciones que se den el viernes a la mesa de partidos. Lo que sí que hay consenso es en el hecho de que el viernes se tomará una decisión definitiva.