Judicial
Piden 4 años de condena para un ultra que golpeó a un mosso con un palo de bandera
La Generalitat no se ha personado como acusación porque el agente no lo ha solicitado
La Fiscalía ha pedido cuatro años de cárcel para Marc R., un manifestante ultra al que la Audiencia de Barcelona ha juzgado este miércoles por golpear con el palo de una bandera a un mosso d'esquadra, ante el que se ha disculpado: «fue un error, en ningún momento quise hacerle daño».
En la sección 22ª de la Audiencia de Barcelona ha quedado visto para sentencia el juicio contra el manifestante, quien tiene abierta otra causa por su presunta participación en una agresión ultra en grupo a un independentista, que fue acorralado y apaleado por una decena de personas cuando protestaba por la sentencia del procés.
A Marc R., cuya defensa pide la absolución, solo le acusa la Fiscalía, puesto que la Generalitat, que suele personarse en los casos de atentado a la autoridad, en esta ocasión no lo ha hecho al no haberlo solicitado el agente herido, según ha precisado a Efe el Departamento de Interior.
La agresión al agente ocurrió el 17 de octubre de 2019 en la plaza Artós de Barcelona, donde se concentraron varios centenares de manifestantes antiindependentistas, algunos de ellos con simbología ultra, coincidiendo con la oleada de masivas protestas en las calles que siguieron a la sentencia del procés.
En la plaza, lugar habitual de reunión de colectivos ultras, se convocó otra contra-manifestación «antifascista», lo que obligó a los Mossos d'Esquadra a desplegar a agentes antidisturbios para impedir enfrentamientos entre ambos grupos.
Desde la plaza Artós, y pese al amplio despliegue policial, un grupo de manifestantes ultras se desplazó después al Eixample de Barcelona con la intención de reventar una concentración de protesta por la condena a los líderes del procés: una vez allí, una decena de ellos acorralaron a un joven y le agredieron a patadas, puñetazos y golpes propinados con un objeto contundente.
La agresión ultra suscitó las críticas de sectores que consideraban que los Mossos d'Esquadra fueron negligentes al impedir que ambos grupos de manifestantes se encontraran, aunque el entonces conseller de Interior, Miquel Buch, cerró filas con la policía catalana.
El manifestante juzgado hoy en la Audiencia, vecino de Premià de Mar (Barcelona), fue detenido días después por su supuesta participación en la agresión en grupo, después de que su fotografía circulara por las redes sociales vinculándolo a colectivos de extrema derecha.
En el juicio de hoy, la Fiscalía pedía inicialmente siete años y medio de cárcel por desórdenes públicos y atentado a la autoridad para Marc R., al que acusa de golpear con el palo de la bandera que llevaba -una enseña de un águila bicéfala- a un agente antidisturbios, mientras intentaba romper el cordón policial para atacar a los manifestantes antagónicos.
Así lo ha reconocido el propio procesado, que ha explicado que se puso «nervioso», ante la presencia de «grupos de CDR y de extrema izquierda» que los increpaban y acabó agrediendo al agente, aunque no era su intención: «nunca he pegado a un policía y nunca he pensado hacerlo», ha resaltado.
Por su parte, el mosso d'esquadra, que ha reconocido al procesado como al autor de la agresión, recibió el golpe en la espalda pero no sufrió ninguna herida puesto que, ha explicado ante el tribunal, iba equipado con el equipo de protección de antidisturbios.
En su derecho a la última palabra, el procesado ha pedido «disculpas» al mosso d'esquadra agredido y, en catalán, ha sostenido ante el tribunal: «en ningún momento quería hacerle daño, es un error que cometí».