Diari Més

Los ayuntamientos de Cataluña han tenido un gasto de 68 euros por habitante en el 2020 a causa de la covid-19

La caída de la recaudación y las políticas sociales se llevan el grueso del esfuerzo, según un estudio del ACM

Camión de la brigada limpiando las calles de Sant Vicenç de Castellet.

Los ayuntamientos de Cataluña han tenido un gasto de 68 euros por habitante en el 2020 a causa de la covid-19

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Los ayuntamientos de Cataluña han tenido que hacer frente a un gasto extraordinario de 67,87 euros por habitante a causa de la crisis de la covid-19 durante el 2020. Según un estudio elaborado por la AssociacióCatalana de Municipis(ACM), los servicios a las personas, educación, limpieza y mantenimiento de espacios públicos y promoción económica han sido las áreas donde más esfuerzos han destinado los consistorios catalanes, que también han visto cómo disminuían considerablemente los ingresos en el área de hacienda por la caída de la recaudación. Por todo ello, el ACM reclama al Govern un total de 150 MEUR para compensar el gasto extraordinario del 2020 y 150 MEUR más para los planes de recuperación de 2021. De momento, el Govern se ha comprometido a destinar 120 MEUR.

El estudio del ACM ha sido elaborado a partir de la información proporcionada por unos 200 ayuntamientos de todo el país, que han declarado más de 38 millones de euros de gastos extraordinarios a las que han tenido que hacer frente a raíz de la pandemia. Del conjunto del gasto extraordinario, cerca de un 20% se lo lleva la atención y el servicio a las personas (13,34 euros extra por habitante). A educación y la logística del inicio de curso escolar se ha destinado el 12% del gasto (8,26 euros), a mantenimiento y limpieza de espacios públicos cerca del 8% (5,28 euros) y a promoción económica el 13% (8,80 euros).

El impacto mayor en las finanzas públicas, sin embargo, ha estado en las áreas de hacienda debido a la suspensión de tributos y precios públicos, las horas extraordinarias de personal, las contrataciones de urgencia o las caídas en la recaudación de otros impuestos vinculados al paro de la actividad. En total, de los 67,87 euros extra por habitante, estas partidas representan el 47% (32,18 euros por habitante).

Un ejemplo del impacto que ha tenido la covid-19 en las finanzas municipales es el del Ayuntamiento de Pineda de Mar, en el Maresme. Su alcalde, Xavier Amor, relata a la ACN que han tenido que aparcarlo todo para atender la emergencia». En este sentido, explica que las finanzas municipales han llegado a una «situación límite» y, por primera vez, han tenido que prorrogar el presupuesto municipal, aunque el gobierno municipal disfruta de una mayoría política cómoda para sacar adelante las cuentas: «Tenemos que cuadrar ingresos y gastos y no lo tenemos cerrado».

Pero la situación se repite en el consistorio bagenc de Sant Vicenç de Castellet. En este caso, la alcaldesa, Adriana Delgado, explica que en el 2020 el consistorio ha sufrido un recorte de ingresos valorado en 300.000 euros que ha venido dada, principalmente, por el cierre en diferentes etapas de equipamientos municipales, así como también por empleos en la vía pública que no se han podido hacer como algunas ferias o el mercado municipal.

5 MEUR para el plan de choque de Pineda de Mar

En Pineda de Mar, el plan de choque social y económico contra la pandemia se presupuestó en 4 MEUR, pero a finales del 2020 el gasto se subió hasta los 5 MEUR. De estos, 2 MEUR iban destinados a actuaciones que ya estaban previstas y que no se pudieron reprogramar, pero el resto, unos 3 MEUR, han sido gastos extraordinarios a nivel fiscal económico y social.

En el caso de Pineda de Mar, las medidas fiscales han generado un impacto de 1,1 MEUR, sobre todo por la condonación de precios públicos no prestados –800.000 euros– o la subvención de impuestos municipales –250.000 euros. El Ayuntamiento, sin embargo, también pone en valor otras pequeñas actuaciones pensadas para intentar «solucionar la vida de las personas», como la compra de ordenadores portátiles durante el tercer trimestre del curso pasado para eliminar la brecha digital y facilitar la educación telemática de todo el alumnado.

«Vimos que muchas familias no tenían estos medios y adquirimos más de 500 ordenadores y lo hicimos a través de tiendas del pueblo, para no perder la visión local e intentar ayudar desde la proximidad. Creíamos que teníamos que hacerlo de esta manera», se felicita el alcalde. En esta acción, el consistorio se gastó unos 186.000 euros.

En el ámbito social también hay partidas más discretas pero de gran impacto, como la ampliación de la Despensa Solidaria y la compra de alimentos –53.000 euros–, la compra de mascarillas infantiles –440 euros– o las ayudas directas a las familias –136.000 euros. En el caso de empresas y autónomos, las ayudas directas ascienden a 47.000 euros y, aparte, se han destinado también cerca de 300.000 euros en acciones para la dinamización del comercio local.

Con esta idea de mantener activo el tejido empresariado local, el Ayuntamiento de Pineda de Mar optó por reprogramar pequeñas obras de mejora urbanística. El plan de aceras, por ejemplo, se ha concentrado todo en el 2020 y en catorce pequeñas intervenciones que el consistorio ha adjudicado de manera directa a empresas del municipio. Para el 2021, asegura a Xavier Amor, el Ayuntamiento mantendrá la «línea de emergencia» para estar al lado de la ciudadanía y el tejido productivo.

Sant Vicenç de Castellet: «La gestión de la pandemia ha sido una experiencia muy bestia»

Por su parte, en Sant Vicenç de Castellet, con 10.000 habitantes, han aplicado un plan de choque económico y social valorado en 210.000 euros. De estos, se han destinado 60.000 euros en ayudas directas a autónomos y comerciadas y 40.000 euros a microcréditos sin interés para las pymes del municipio. Otra de las medidas incluida en el plan también ha sido el reparto de vals de 60 euros para gastar en el comercio local para las personas en paro y para las familias vulnerables.

Además, el consistorio bagenc también ha destinado partidas importantes a la atención psicológica durante el confinamiento, a la limpieza y desinfección, a la compra de material audiovisual para dar clases telemáticas o a la adquisición de material EPI. En este sentido, Adriana Delgado apunta que están pendientes de elaborar un nuevo plan de choque para el 2021 «una vez hecha la liquidación del presupuesto del 2020». Sin embargo, la alcaldesa asegura que, a buen seguro, el plan tendrá que mantener acciones como las líneas de ayudas directas en comercios y autónomos, el incremento de becas o las ayudas sociales a las familias más vulnerables.

Adriana Delgado asegura que la gestión de la pandemia ha resultado ser una «experiencia muy bestia»: «Somos un equipo de gobierno nuevo, sin experiencia, y nos hemos encontrado ante una situación que no nos hubiéramos imaginado nunca que hubiéramos tenido que gestionar». La alcaldesa relata que la crisis de la covid-19 ha afectado con mucha intensidad al día a día del Ayuntamiento, pero destaca la «capacidad de adaptación» que han tenido ante la nueva situación. «Nos hemos tenido que acostumbrar con mucha capacidad de adaptación y aprendiz de los errores», remarca Delgado.

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