Sociedad
El Banco de Sangre necesita plasma de personas que hayan pasado la covid-19
El tratamiento con plasma de personas convalecientes reduce la mortalidad y la gravedad de las personas hospitalizadas
El Banco de Sangre está buscando personas que hayan pasado la covid-19 y quieran dar plasma para los enfermos que lo están sufriendo y para los ensayos clínicos en marcha. El plasma de convalecientes del virus es uno de los pocos tratamientos efectivos para los enfermos de los hospitales, según avalan todos los estudios y ensayos clínicos hechos a nivel nacional e internacional.
Los enfermos que han superado una infección por el coronavirus lo han hecho porque han fabricado anticuerpos dirigidos contra este virus. Estas defensas se encuentran en el plasma y, si se administran a un enfermo, pueden ayudar a superar la infección.
En el caso de Cataluña ya se está tratando a enfermos de covid-19 en los hospitales gracias a las más de 3.000 donaciones de plasma que se han hecho.
Para poder dar plasma se tiene que tener entre 18 y 65 años y pesar más de 50 kilos; no estar embarazada; no haber sido transmitido; haber superado la enfermedad hace más de 28 días y menos de 3 meses; y tener una prueba diagnóstica que haya confirmado la enfermedad.
Es imprescindible inscribirse a través del formulario de la web www.donarsang.gencat.cat/plasmacovid19 para poder participar en la donación. Un equipo médico contactará con las personas inscritas para hacerle una entrevista y darle cita para la donación.
Tratamientos en Cataluña
El Banco de Sangre y Tejidos lidera un estudio observacional, que pone a disposición de los hospitales el plasma con anticuerpos contra la covid-19 para garantizar el acceso al tratamiento con plasma convaleciente a todos los pacientes que no tengan acceso a los ensayos clínico.
También se está llevando a cabo el tratamiento ConPlas-19 que transmite el plasma a enfermos que todavía no están en situación crítica; el GC2003 y el COnV-ert.
Las transfusiones de plasma con anticuerpos han mostrado una evolución positiva tanto en enfermos con un estado leve o moderado como en enfermos en unidades de cuidados intensivos, con o sin intubación. Algunas de sus principales conclusiones son la reducción de la mortalidad o la reducción de la gravedad de los síntomas.