Los usuarios de residencias no se tendrán que aislar después de marcharse con la familia
Salut relaja a partir del sábado las medidas en los centros geriátricos una vez la vacunación supera el 75%
Según el nuevo protocolo, los paseos en el exterior de los centros vuelven a estar autorizados. Eso sí, los residentes tendrán que cumplir las medidas de protección, como el lavado de manos y la mascarilla quirúrgica, y al volver al centro, tendrán que evitar el contacto con otrosusuarios hasta que no se hayan desinfectado el calzado o las sillas de ruedas; se hayan lavado las manos y se hayan cambiado la ropa, que se tendrá que llevar a lavar a 60 ⁰C. Los familiares evitarán la entrada en el centro y utilizarán los espacios destinados a las visitas a la hora de ir a buscar y devolver al residente.
También quedan restablecidas las salidas cortas, de uno o dos días. Los residentes que vuelvan de hacer una estancia con la familia no se tendrán que aislar de forma preventiva como pasaba hasta ahora en las visitas largas. Se entiende que la mayoría de los residentes están vacunados.
Con respecto a las visitas, ya no se harán tests de antígenos a los familiares que vayan a los centros, pero se seguirán manteniendo las medidas como la limpieza de manos, distancia física, ventilación y mascarilla. Las residencias verdes o naranjas tienen que seguir facilitando un mínimo de una visita semanal y las rojas tienen que proporcionar herramientas telemáticas para comunicarse y proporcionar información a las familias de forma ágil.
Los cribados a los residentes se eliminan ante los altos porcentajes de vacunación. Los tests se limitarán a aquellas personas que presenten síntomas compatibles con infección del coronavirus.
En cambio, se mantienen los cribados entre las personas que trabajan aunque estén vacunadas. Las razones, indica el protocolo, es que el porcentaje de profesionales vacunados con la segunda dosis bordea el 60% y «todavía no disponemos de evidencia sobre la transmisibilidad de la infección entre personas vacunadas». Con todo, la periodicidad de los cribados se adapta a una periodicidad quincenal si el riesgo de retoño del territorio es superior a 300 y mensual si es inferior.