Ser pastor ¿profesión de futuro?

Quince alumnos han empezado esta semana las clases en la Escuela de Pastores de Catalunya, ubicada en Enviny, en el Pallars Sobirà. Desde el 2008 se han formado 202 alumnos en esta escuela, y de estos, 186 - más del 60,4% - se dedican profesionalmente al sector primario y un 18,9% está en proceso hacerlo. A pesar de este interés creciente por ser pastor o campesino, la Escuela pone de manifiesto que hay una falta de relieve generacional en las explotaciones. En este sentido, remarcan que hay gente, que no proviene de tradición campesina, que quiere ser este relevo pero tiene dificultades para acceder a la tierra.

La demanda en la Escuela de Pastores desde la primera edición supera la oferta de plazas. En esta edición se recibieron 50 solicitudes para acceder a las 15 plazas que se ofrecían.

Franka Mittendorf, alumna de la escuela, ha explicado que se ha inscrito porque tiene «ganas de tener su propio rebaño». Fue una antigua alumna de la Escuela la que la animó a apuntarse, y así lo acabó haciendo. Franka, originaria de ciudad, tiene ganas de conocer maneras de trabajo en el mundo rural.

Otro alumno, Roger Vila, ha explicado que la pandemia ha sido el detonante para inscribirse en el centro. Su familia era de campesinos y él quería formarse en este sector.

El perfil general de los 202 estudiantes que han pasado por la Escuela es de entre 26 a 30 años. Un 53% ha cursado estudios secundarios y de bachilleratos y el 37% tienen estudios universitarios. El 10% no tiene ninguna relación con la profesión pastoral y sólo el 16% tiene una relación familiar con el sector ganadero, aunque más de la mitad provienen de zonas rurales (56%). La mayoría de estudiantes viven en Catalunya (92%) y el 54% son de la demarcación de Barcelona.

Edición tras edición han detectado un aumento del interés de las mujeres por hacer de pastoras. En 12 años se han formado en la escuela 62 pastoras (31%) enfrente de los 140 pastores. Y la tendencia es de aumento del porcentaje de mujeres para hacer de pastoras.

Este año, la pandemia también ha condicionado el inicio del curso de la Escuela de Pastores y ha empezado con todas las medidas sanitarias para garantizar un curso seguro y de calidad.

Laia Batalla, directora de la Escuela de Pastores, ha explicado que este año han ampliado la formación con una nueva semana teórica dedicada a la Silvopastura. Un nuevo módulo formativo desarrollado en el marco del proyecto Erasmus + Fireshepherds que capacitará al alumnado para poder hacer un pasto dirigido a la prevención de incendios. Para Laia Batalla, puede ser una alternativa ante la dificultad en acceder a la tierra de los alumnos.

Los alumnos hacen las prácticas a explotaciones ganaderas de toda Catalunya. Sin estas fincas colaboradoras que acogen y forman al alumnado, la Escuela de Pastores no sería posible, ha afirmado Batalla.