El Palau Sant Jordi acogerá un concierto con 5.000 personas sin distancia y con pruebas de antígenos
Se trata de una prueba piloto, como la de la Sala Apolo, que se hará el 27 de marzo con Love of Lesbian en el escenario
Los grandes festivales de música catalanes organizarán un concierto piloto el 27 de marzo en el Sant Jordi de Love of Lesbian, con hasta 5.000 asistentes, sin distancia y con pruebas de antígenos. Es «el segundo paso» del sector hacia la reanudación de la actividad después del ensayo clínico de diciembre en la Sala Apolo. El público se someterá el mismo día a tests de antígenos y un cribado en tres espacios habilitados en las salas Apolo, Luz de Gas y Razzmatazz. Los negativos podrán asistir al concierto, con mascarilla ffp2.
«Hoy empezamos la remontada», ha proclamado el director del Cruïlla, Jordi Herreruela, uno de los festivales implicados, al lado del Vida, Sónar, Canet Rock o Primavera Sound, y con la colaboración del Gobierno y el Hospital Germans Trias.
A diferencia de la experiencia de la SalaApolode diciembre, el concierto del Sant Jordi no se considera un ensayo clínico si no un acontecimiento «comercial» basado en la confianza que generó aquella prueba. Por eso, los asistentes ahora no son voluntarios sino espectadores con entrada a los que no se hará un seguimiento ni nuevas pruebas después del concierto. La pista del Sant Jordi estará «por sectores»en cuatro espacios, y se será cuidadoso en evitar aglomeraciones en la entrada y en la salida. Con libertad de movimientos y para consumir, pero con mascarillaffp2obligatoria, el público disfrutará de un concierto deLoveofLesbian.
Los organizadores sí que pedirán autorización para rastrear a través del sistema púbico de salud cuántos de los asistentes acaban siendo positivos en días posteriores, para compararlo con la incidencia global del virus. Por otro lado, los espectadores serán de la comarca de Barcelona, si no hay cambios en el actual confinamiento comarcal antes del 27 de marzo. La entrada para el concierto en ningún caso servirá de salvoconducto para eludir estarestricción a la movilidad.
En cuanto a las consecuencias de este concierto para la actividad de los festivales de música estivales y las salas, los organizadores se han mostrado cautos. «Este no es el modelo definitivo, y seguramente de aquí en verano nos tocará hacer más pruebas. Pero trabajamos con la idea de recuperar actividad de cara al verano, entendiendo la diversidad de festivales existentes», ha expuesto JordiHerreruela, del Festival Cruïlla.
«Hoy empezamos la remontada, pero una remontada basada en el rigor y el trabajo», ha proclamado. ComoHerreruela, el director del Vida, Daniel Poveda, ha valorado este como «un gran paso adelante y una primera piedra», también en la línea de trabajo conjunto de un sector muy afectado por la crisis del coronavirus.
Un «segundo paso»
Investigadores de la Fundación de la Lucha contra el Sida y del Hospital Germans Trias, que asesora y participa en esta prueba, han coincidido que la previa de la SalaApolofue «un éxito» que hace posible este segundo experimento. Aquello «abrió un camino para hacer festivales y conciertos con mayor aforo y distancia de seguridad», ha convenido desde el PrimaveraSoundAlberto Guijarro, parte implicada en aquel ensayo clínico.
En la presentación de la iniciativa de los Festivales por la Cultura Segura ha participado también la consellera de Salud, Alba Vergés, la consejera de Cultura, Àngels Ponsa, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, así como los directores de todos los festivales y asociaciones implicadas.
Vergés ha «saludado» la iniciativa, pero ha insistido a pedir «prudencia». La consellera ha recordado que «todavía tenemos» la pandemia, a la vez que ha admitido que con el avance del proceso de vacunación y las «nuevas pruebas diagnósticas» «permiten hacer esta segunda prueba».
Por su parte, Àngels Ponsa ha manifestado que este proyecto «es parte de la solución postpandémica» y que ayuda a «ver la luz al final del túnel». Además, Ponsa ha sacado pecho y ha dicho que la iniciativa sitúa Cataluña «en el marco mundial», y como referencia de la gestión cultural llevarán la pandemia. Finalmente, la consellera ha remarcado que la experiencia beneficiará no solo al mundo de la cultura sino también a otras sectores económicos que reúnan grandes volúmenes de gente. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también se ha felicitado de la iniciativa, convencida que se hará «con seguridad», y se ha mostrado orgullosa que Barcelona haya sido «pionera» ya previamente con el mantenimiento de festivales municipales como el Grec y la Mercè.
El concierto y todo el que lo rodea tendrá un coste de 200.000 euros, de los cuales entre 80.000 y 90.000 euros se financiarán con la venta de entrada. El resto, es la inversión a fondo perdido que hacen los festivales y entidades participantes en la iniciativa.