Política
ERC defiende un 'Estado Mayor' autónomo dentro del Consell per la Repúbica
Sergi Sabrià considera que el consejo se tendría que reformar para que todas las organizaciones adheridas «se sientan cómodas»
El diputado de ERC en el Parlament y miembro del equipo negociador del nuevo Govern, Sergi Sabrià, ha defendido constituir una «dirección colegiada» del independentismo -inspirada en el «Estado Mayor» del 1-O, que sea «autónoma» aunque formalmente funcione bajo el paraguas del Consejo por la República.
En una entrevista con Efe, Sabrià se ha referido a uno de los escollos entre ERC y JxCat que ha frenado hasta ahora la investidura de Pere Aragonès: el papel del Consejo por la República, espacio parainstitucional liderado por Carles Puigdemont y que JxCat quiere que sirva como núcleo de decisión estratégica del independentismo.
En su acuerdo de investidura, ERC y la CUP pactaron crear una «mesa de dirección estratégica» del independentismo -que evoca al llamado «Estado Mayor» del procés que pilotaron Puigdemont y Oriol Junqueras para organizar en la sombra el referéndum unilateral de 2017-, una idea que hizo saltar las alarmas en JxCat, que interpretó que así pretendían arrinconar al Consejo por la República.
Según Sabrià, esta «dirección colegiada» del independentismo que ERC y la CUP quieren activar «debe ser un espacio autónomo, aunque tenga una vinculación» con el Consejo por la República.
La fórmula de consenso que está dispuesta a avalar ERC consiste, pues, en constituir esta dirección unitaria del independentismo como núcleo «autónomo» y «equilibrado», si bien podría actuar «en el marco» del Consejo por la República si este es «reformado» para que todas las organizaciones adheridas se sientan «cómodas» y no sea una «herramienta de parte», controlada principalmente por JxCat.
El Consejo por la República, por lo tanto, podría ser el paraguas bajo el cual quedase «inserido» el núcleo estratégico independentista, pero este núcleo «no dependería» en ningún caso de la cúpula del Consejo por la República, que preside Puigdemont.
«Que nadie confunda la dirección del Consejo por la República con la dirección colegiada» del independentismo, ha remarcado Sabrià, que ha reconocido que Puigdemont «tiene una importancia vital» para el independentismo y su «tarea de internacionalización es capital».
Para Sabrià, «lo más importante es cómo se reforma el Consejo por la República si, de alguna manera, esta dirección colegiada debe colgar de ahí».
La existencia de esta «dirección colegiada» -con representantes de partidos y entidades independentistas- para consensuar los próximos pasos del procés, ha asegurado Sabrià, «no es incompatible» con el liderazgo institucional del Govern que quiere presidir Aragonès.
«Es evidente que aquí quien manda son las urnas, el Parlament y el Govern. No se aceptarán tutelas, esto debe quedar clarísimo», ha recalcado.
Sabrià también se ha referido a los llamamientos de JxCat a «concretar» cuál debe ser la hoja de ruta del procés, más allá del «embate democrático» apuntado en el acuerdo entre ERC y la CUP.
«Me cuesta un poco cuando se nos pide a nosotros concreción sobre el embate nacional, porque creo que hemos sido bastante más claros que el resto», ha afirmado.
ERC no renuncia «a ninguna herramienta» para conseguir la independencia, pero su «prioridad es que este referéndum» que se plantea como nuevo embate «sea acordado», ha señalado.
Sabrià considera que la mesa de diálogo con el Estado «tendría que ayudar», aunque «no será fácil y es obvio que el PSOE no quiere hablar» ni de una amnistía ni de acordar un referéndum.
Aun así, defiende la vía acordada por ERC y la CUP: «Yo creo que esto es más claro que las alternativas que pueden presentar otros. Yo no entiendo el planteamiento de: 'Haremos una DUI'. De acuerdo, ya hicimos una y duró demasiado poco. El día que la hagamos, debe durar para siempre», ha afirmado.
De cara a 2023, cuando pasados dos años el independentismo haga balance de los resultados de la mesa de negociación con el Estado, Sabrià dice que «nadie es un iluso», pero espera que pueda recogerse algún fruto: «Creo que debe haber avances. Me gustaría pensar que se podrá avanzar en la mesa».
Lo que no quiere es situarse de entrada en el escenario de un fracaso de la negociación: «Si nos avanzamos al 'después', daremos la mesa por amortizada, y no lo hemos de hacer, porque las mesas de diálogo, que aquí hemos banalizado, existen en todas partes donde hay un conflicto político».