Economía
La pandemia y los ERTE marcan una campaña de la renta «singular»
Los incluidos en expediente tendrán que hacer la declaración si superan los 14.000 euros y la gran mayoría tendrá que pagar
Esta cuantía baja en picado, a los 14.000 euros, si se han cobrado de más de un pagador que supere los 1.500 euros cada uno, como pasaría si en 2020 se hubiera cobrado tanto el salario habitual como prestaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
«La gran mayoría de afectados por ERTE que han percibido más de 14.000 euros les saldrá a pagar», avisa el abogado de Auren Lluís Basart. Según el profesor colaborador de la UOC, el gobierno español tendría que haber hecho una excepción normativa con este colectivo que se encuentra en una situación económica «complicada» y que ahora se puede encontrar con el «susto» de tener queabonar «de golpe todas las retenciones» derivadas de la prestación, ya que el SEPE no practica retención si no se le pide.
Por ejemplo, una persona que ha cobrado 21.000 euros, 5.000 de los cuales del SEPE y 16.000 del trabajo, tendrá que acabar ingresando 1.647 euros para compensar la falta de retención de su prestación. «La suma de los dos importes puede hacer no sólo que tengas obligación de presentarla sino que en algunos casos te saldrá a pagar, y la gente que tiene rentas de estos niveles no estaba acostumbrada a que le saliera a pagar», dice el economista y vocal de la Comisión de Asesores Fiscales del Colegio de Economistas de Cataluña, Carme Jover.
Pagos indebidos enlos ERTE
La Agencia Tributaria ha dejado claro en una nota informativa que los empleados que sepan a ciencia cierta cuál es el error en el pago del ERTE, pueden declarar la cantidad que tocaría y no la que han recibido. Los que no tengan esta información, tendrán que tributar ingresos de más o de menos y hacer una declaración rectificativa cuando el SEPE comunique cuál es el importe correcto. Según Lluís Basart, el plazo para hacer esta rectificación «es muy amplio», de 4 años.
De esta manera, entre el 7 de abril y el 30 de junio, habrá personas que declare un dinero que no hallegado nunca a su cuenta corriente, pero que figuran ensus datos fiscales. Es el caso de Anna, una trabajadora que todavía no ha cobrado los cuatro meses de ERTE del primer confinamiento. «Como el dinero está asociado a mi DNI aunque se haya ingresado en la cuenta de otra persona consta como si lo hubiera cobrado yo. Ahora me encuentro con que tengo que declarar un dinero que no he cobrado y por lo tanto me saldrá a ingresar», indica esta empleada a ACN. Anna se ha encontrado con la situación de tener que contratar a un abogado para recuperar el dinero y un gestor que laasesore con la renta. «Estoy pagando para recibir mi dinero», lamenta.
Jover, que también es profesora en la Barcelona School of Management de la UniversitatPompeu Fabra, recomienda a las personas en esta situación esperar «el máximo» de tiempo posible para hacer la declaración, para ver si el SEPE regulariza los datos o al menos comunica cuál es la cantidad que tenían que haber cobrado. Hacer la renta dos veces porque la cifra no está bien cuesta mucho. Si no lo tienes claro, espérate», añade.
Deducción por maternidad
Las madres trabajadoras con hijos menores de tres años que pueden restarse 1.200 euros anuales, con el incremento de 1.000 euros más por guardería, perderán este derecho durante el periodo en que han estado en un ERTE total. «Si has estado cuatro meses de baja por el ERTE, no podrás cobrar la deducción de maternidad durante estos meses porque no has estado trabajando efectivamente», explica el economista y asesora fiscal Carme Jover.
Sí que tendrán derecho a estas deducciones si el expediente ha sido parcial, ya que, de esta manera, la persona habrá seguido cotizando y tendrá derecho a la parte proporcional, asegura Concha Forteza, poniendo de la Comisión Fiscal del Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Cataluña.
En cambio, estar en ERTE no comportará ningún cambio en las deducciones parafamilias numerosas, por ascendiente con dos hijos y por discapacidad de los padres, hijos o cónyuges.
Ingreso Mínimo Vital
Como novedad de este año, los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital se verán obligados a tramitar una declaración de renta. Si esta subvención, junto con las rentas mínimas de inserción de las comunidades autónomas o ayudas de las entidades locales, no supera los 11.279,39 euros estará exenta de tributación. «Están obligados a hacer la declaración, aunque salga con cuota 0,» ha dicho Forteza.
La norma añade que todos los miembros del grupo de convivencia que se beneficien de este IMV tendrán que hacer la declaración, una cuestión que ha generado debate entre los expertos. Carme Jover indica que si los progenitores están casados se tendrá que hacer la renta para todos juntos o entregarla muy separados si les conviene más, niños incluidos. En caso de que los padres no estén casados, uno de los padres podrá hacer la declaración por los niños. «Si no tienen posibilidades de hacer la declaración conjunta, los hijos tendrán la obligación de hacerla por separado», añade el economista y asesora fiscal.
Sin embargo, el abogado Lluís Basart dice que ante «el absurdo» que supone que un niño de tres años tenga que hacer individualmente este trámite cree que se impondrá «la lógica» y Hacienda permitirá que el menor se incluya en las declaraciones de los padres o las madres.
Alquileres
Los cambios en los precios de los arrendamientos también se verán reflejados enla declaración del IRPF del 2020. Los propietarios que hayan pactado una rebaja del alquiler y que puedan demostrarla por escrito podrán declarar lo que han cobrado en realidad. En concreto, el arrendador tendrá que aportar el pacto de la rebaja firmado por las dos partes y adjuntarel contrato de alquiler como anexo.
Además, si la renta no se ha podido pagar, el propietario podrá evitar tributar por los recibos no cobrados durante los últimos tres meses del año.
Módulos
Esta norma también se aplica a las facturas impagadas de los autónomos, que podrán dejar de tributar los recibos no cobrados en los últimos tres meses y no en los últimos seis, tal como era habitual. Los trabajadores por cuenta propia tienen que declarar como actividad económica las ayudas que han recibido –por ejemplo, por parte de la Generalitat– sin embargo, en cambio, tendrán que calificar las prestaciones por cese de actividad como rendimientos del trabajo.
Para aliviar la carga fiscal de los que tributen por módulos, se ha aumentado el porcentaje de reducción del rendimiento neto al 20% de manera general, y hasta el 35% en actividades vinculadas al sector turístico, hostelería y comercio.
Paralelamente, los días de duración del estado de alarma y de las restricciones que han obligado a cerrar los negocios no se calcularán como base imponible del rendimiento anual de estos empresarios autónomos que utilizan el método de estimación objetiva.
Recaudación a la baja
Teniendo en cuenta el contexto de crisis económica, Concha Forteza prevé que en esta campaña la recaudación general irá la baja ante la caída en picado de los ingresos de trabajadores y empresarios. «Si la gente ha ganado menos dinero, hay menos recaudación», indica.
«Es una campaña singular, no es una campaña normal. El año 2020 ha estado muy marcado por la pandemia y por la crisis económica enmuchos sectores. La previsión de recaudación es un poco a la baja», añade, en la misma línea, Lluís Basart. Durante la campaña anterior, la Agencia Tributaria devolvió más de 1.271 millones de euros a los contribuyentes catalanes, un incremento del 7%.
Ante estas situaciones tan diferentes generadas por la pandemia, Forteza calcula que el gremio de gestores tendrá «mucho trabajo», especialmente hacia el final de la campaña. «No esperemos un alud de errores pero sí muchos datos a comprobar y, por lo tanto, mucho más trabajo. El contribuyente pequeño que tenía rendimientos del trabajo y poco más y que podía hacer el borrador sin mirárselo ahora no podrá hacerlo», indica la gestora, que aconseja «vigilar muy bien los números que salen en el borrador, que sean los que realmente has cobrado o tendrías que haber cobrado», ya que «si no después se tendrá que regularizar».
Laeconomista Carme Jover asegura que la campaña del 2020 no será la más difícil porque a efectos normativos «no ha habido cambios». «Muy complicada fue en 2007 con una ley de renta nueva, o en el 2015 cuando hubo modificaciones tremendas. Lo que sucede este año es que la campaña de la renta es similar pero las situaciones personales son bastantes diferentes por el covid. Será una campaña de matiz y no tanto de conocer la norma sino las circunstancias del que hace la renta», dice.