Política
Laia Estrada (CUP) duda de la «voluntad de negociar» de JxCat y se queja de que ni siquiera sabe «qué propuesta tiene» para el Govern
La ex regidora del Ayuntamiento de Tarragona espera que ERC se dé cuenta de que la mesa de diálogo «no sirve de nada» y se convoque un nuevo referéndum unilateral
Precisamente en este punto Estrada ha pedido a Junts que si ve «insuficiente» el pacto que republicanos y CUP han hecho de cara a la investidura «ayuden a mejorarlo». «Si lo consideran insuficiente desde la vertiente independentista, que nos ayuden a mejorarlo y hagamos pinza conjuntamente», ha dicho. Con todo, ha lamentado que de momento no saben qué propone Junts para «corregir los errores que se cometieron en el marco del 1-O».
Negociaciones y acuerdo «de mínimos»
Estrada ha lamentado las dificultades que se están viendo en las negociaciones para la investidura entre ERC y JxCat y ha alertado de que se está repitiendo las «dinámicas» de la última legislatura. «Venimos de una parálisis y retroceso en términos sociales y de liberación nacional, y ahora vemos que volvemos a tener un enquistamiento», ha advertido.
Según cree, eso no es lo que se espera del independentismo ahora mismo, en plena crisis, y ha dicho que precisamente por eso pusieron en marcha negociaciones con los dos independentistas y también con comunes. Sobre estos últimos, Estrada ha lamentado que «por su parte no había interés» y en el caso de Junts ha señalado que «ha costado mucho avanzar».
En relación al acuerdo con ERC, Estrada ha remarcado que es un pacto «mucho de mínimos» y ha reconocido que les preocupa que JxCat no pueda suscribir cuestiones tan «elementales y básicas». «No podemos entender que los acuerdos de mínimos que hemos consensuado con ERC realmente signifiquen un problema insalvable con JxCat; no hablemos del programa socialista de la CUP, hablamos de cuestiones muy elementales», ha subrayado.
En relación a la posibilidad de entrar en Govern, ha apuntado que de momento no lo han descartado y que lo valorarán más adelante. Ahora bien, ha adelantado que si en la votación del pacto la gran mayoría de la militancia ya lo vio «de mínimos» y con políticas «muy escasas», ve «difícil» que las bases puedan llegar a dar apoyo a una eventual entrada al ejecutivo con las mismas condiciones.
Confrontación con el Estado y mesa de diálogo
El acuerdo con ERC también incluye el compromiso de cupaires y republicanos de dar margen hasta el 2023 en la mesa de diálogo a la espera de que dé frutos. Ahora bien, Estrada ha asegurado que sólo le dan este tiempo no para que los republicanos los hayan «convencido» sino para «ver si ERC ya da por finiquitado un espacio que ahora mismo no sirve de nada».
La diputada ha dicho que el objetivo es «poner un tope y un tiempo finito» a un espacio que cree que ya se ha demostrado que «no es útil». Estrada confía en que una vez se demuestre que la mesa de diálogo no avanza, por parte de ERC «no habrá ningún problema» para ponerse a trabajar para hacer un nuevo referéndum unilateral de independencia.
Mientras no se acabe este plazo, los cupaires proponen una estrategia de «confrontación» con el Estado a través de la aprobación de leyes sociales que puedan llegar a «desbordar» el ordenamiento jurídico. Estrada ha reivindicado la «indestriabilitat» del eje social y el nacional y ha remarcado que como el Estado «no tiene ninguna voluntad política de resolver los problemas sociales», la manera de resolverlos en Cataluña es «la confrontación con el Estado».
En cualquier caso, Estrada ha subrayado la necesidad de que haya un espacio de coordinación del independentismo «a todos los niveles», es decir, Parlamento, Madrid, exilio y municipalismo. «La mesa de diálogo importante es la de aquí», ha resumido la cupaire.
En relación al Consell per la República, del que la CUP no forma parte, los cupaires están de acuerdo en debatir su papel ahora que el mismo órgano está abierto a reformularse, pero remarcan que lo más importante es que haya «igualdad de peso» de los diferentes agentes. «Si la CUP no se ha sentido cómoda hasta ahora es porque el planteamiento ha sido más de partido que de espacio de coordinación y vertebración de todo el independentismo. ¿Eso puede cambiar? Pues perfecto, la militancia volverá a debatir si tenemos que participar», ha resuelto.