La presencia de autoanticuerpos contra una citocina, indicador de un mal pronóstico de la covid-19
Un estudio del IDIBELL aporta más datos sobre los qué puede impedir un buen funcionamiento de la respuesta antiviral
Los resultados del estudio apuntan que detectar autoanticuerpos contra el interferón a la llegada al hospital podría ser de gran utilidad para seleccionar a aquellos pacientes con más probabilidad de sufrir hiperinmunidad (tormenta de citocinas) y acabar en la UCI y, así, poder adaptarles el tratamiento, por ejemplo, intensificando la administración de interferón exógeno. El estudio se ha realizado en colaboración con el laboratorio de Paul Bastard y Jean Laurent Casanova en Rockefeller University NYC/Imagine Institute en París.
Estudios previos habían apuntado que la citocina interferón tipo 1 podría estar teniendo un papel clave en el desarrollo de las formas más severas de covid-19. Estos trabajos mostraron que un 10% de los pacientes con formas graves habían desarrollado anticuerpos propios contra el interferón y, además, estudios paralelos demostraron que mutaciones en la vía de señalización de esta citocina también estaban relacionadas con covid-19 severa.
Los interferones son proteínas de señalización similares a las hormonas que son esenciales en la defensa contra las infecciones víricas. Este tipo de respuesta inmune es todavía más importante en la lucha contra el coronavirus, ya que el mismo virus tiene mecanismos para reducir la producción de interferón por parte de las células del sistema inmunitario. Por lo tanto, en las personas con anticuerpos contra esta citocina los efectos se sumarían y el virus pasaría inadvertido porlas defensas del organismo.