Salud
Utilizan la mosca del vinagre para mejorar terapias de tratamiento del cáncer colorrectal
El IRBLleida desarrolla un modelo para investigar los procesos celulares involucrados en el inicio de la metástasis
El grupo de investigación Modelos de enfermedades Drosophila de l'Institut de Investigación Biomédica de Lleida (IRBLleida), liderado por el investigador y profesor lector de la Universitat de Lleida (UdL), Andreu Casali, utiliza a un modelo que ha desarrollado en la mosca del vinagre (Drosophila melanogaster) para identificar fármacos y otras moléculas con potencial terapéutico para tratar el cáncer colorrectal. Casali, acompañado por el presidente de la Diputación de Lleida, Joan Talarn, ha presentado este lunes la investigación que están llevando a cabo desde el IRBLleida. Se trata de una investigación financiada por la Diputación de Lleida y el Ministerio de Educación y Ciencia, en colaboración con la Universidad de Sheffield (Reino Unido).
El equipo de Casali desarrolló en el 2019 un modelo de cáncer colorrectal en la mosca del vinagre para investigar el organismo vivo los procesos celulares involucrados en el inicio de la metástasis. Este es el proceso por el cual el cáncer se propaga en diferentes órganos del cuerpo y es la responsable del 90% de las muertes relacionadas con el cáncer. «Es imprescindible entender mejor el proceso de la metástasis para poder tratar el cáncer», ha explicado el investigador. «Dado que casi el 75% de los genes causantes de enfermedades humanas tienen un homólogo funcional en la Drosophila, la mosca representa un modelo excelente para estudiar enfermedades humanas y la identificación de compuestos con finalidad terapéutica», ha indicado Casali.
El uso de la mosca del vinagre supone una serie de ventajas con respecto al uso de otros animales en investigación, como los ratones, como son su ciclo de vida rápido, unos costes de mantenimiento muy bajos y la posibilidad de evaluar parámetros como la absorción, la distribución, la estabilidad metabólica y la toxicidad del medicamento, reduciendo las posibilidades de falsos positivos.
A modo de ejemplo, «el análisis de 30 compuestos utilizando la plataforma de la Drosophila melanogaster ahorraría el uso de unos 1.800-2.400 ratones, ya que sólo aquellos compuestos que fueran efectivos a la mosca del vinagre pasarían a analizarse en modelos murinos», ha explicado Casali. En este sentido, ha expuesto que la mosca del vinagre tiene un ciclo celular rápido, es pequeña y sólo tiene cuatro cromosomas en comparación con el ser humano, que tiene 46. Actualmente, están iniciando diferentes colaboraciones con la comunidad científica para testar diferentes compuestos. La intención es desarrollar nuevos modelos para enfermedades raras.
Por su parte, Joan Talarn ha puesto en valor el gran número de profesionales que «están haciendo muy buena trabajo en sus investigaciones», y que «muchas veces pasan desapercibidos para el gran público». Por eso, ha remarcado la importancia de dar a conocer a la ciudadanía la tarea que están llevando a cabo.
Andreu Casali cuenta con una dilatada experiencia en investigación en biología del desarrollo y del cáncer utilizando la mosca del vinagre como sistema modelo. Tiene una larga trayectoria investigadora que empezó en la Universidad de Barcelona. Posteriormente, siguió en la Universidad de Columbia (Nueva York).
El año 2006 recibió un contrato a Ramón y Cajal del Instituto de Salud Carlos III y empezó en el Instituto de Biología Molecular de Barcelona como investigador independiente. También ha obtenido becas de investigación de la Comisión Europea y del gobierno español para continuar su investigación. El año 2013, recibió una ayuda del programa de incentivació de la incorporación e intensificación de la actividad investigadora y se incorporó al Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona. En el 2018 se entró a formar parte del IRBLleida.