Las medidas de protección social reducirían un 19% más los contagios que sólo la vacunación
Investigadores de Lleida desarrollan un modelo computacional que toma el estado español como caso de estudio
Las conclusiones sugieren que sin la aplicación de estas medidas, en un periodo de simulación de 80 días, el 56,1% de la población española contraería la enfermedad con una mortalidad del 0,4%. Suponiendo que el 20% de la población estuviera protegida por vacunación a finales de este verano, el modelo calcula que al menos el 45% habría contraído la enfermedad con una tasa de mortalidad del 0,3%. Los dos porcentajes se reducirían de manera importante después de la adopción de medidas sociales, sobre todo en combinación con el rastreo de al menos un 40% de los contactos, según los resultados.
El modelo desarrollado por la UdL también demuestra que si se puede vacunar el 40% de la población, incluso sin medidas de protección social, el porcentaje de personas que contraen la enfermedad pasaría del 56,1% al 33,5% y la de víctimas mortales, del 0,41% al 0,16%, en comparación con una población no vacunada. Con medidas adicionales, las cifras caerían hasta el 14,5% de infectados, un 19% menos, y la mortalidad se reduciría hasta el 0,10%.
«Los resultados demuestran claramente que si todo el mundo se adhiere a las medidas de protección social prescritas, la probabilidad de transmisión de la covid-19 se reduce y los recursos necesarios para el seguimiento y las pruebas caen significativamente», concluyenlos autores del estudio. Por eso, consideran «vital» que «los responsables políticos centren sus esfuerzos en la implementación de medidas sociales eficientes y aumenten el máximo posible el rastreo de contactos, aparte de acelerar el proceso de vacunación», explica el profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria (ETSEA) de la UdL, Lorenzo José Fraile.
«Con esta investigación hemos afianzado que los modelos matemáticos pueden proporcionar nuevos conocimientos sobre la epidemiología de las enfermedades infecciosas y sugerir los criterios necesarios para diseñar estrategias de control más eficientes», explica la profesora del departamento de Matemática de la UdL, Maria Àngels Colomer. Además, el modelo que han desarrollado sería «aplicable a otros países sólo modificando los parámetros básicos», añade.