El teletrabajo covid no se acabará con el estado de alarma
El trabajo en remoto en las administraciones puede poner en riesgo el derecho a la atención a los más vulnerables, alertan los expertos
«Pasa lo mismo que con la mascarilla, que es una medida de prevención que no se dejará de aplicar, sino que durará hasta que las autoridades sanitarias consideren que no hay pandemia», ejemplariza, en la misma línea, el abogado de Agusta Abogados Pere Vidal.
El Real Decreto 28/2020 establecía dos modalidades de trabajo en remoto, una habitual con «un marco muy rígido» y otra «menos garantista» y vinculada a la emergencia sanitaria, según Mauri. «El teletrabajo covid es teletrabajo con menos garantías. La única obligación por la parte empresarial es el suministro de medios», añade el profesor de derecho administrativo.
Sindicatos y asesores legales han recibido preguntas de trabajadores y empresarios sobre si podrán seguir teletrabajando como hasta ahora, por la barrera psicológica que comporta el fin de un régimen legal excepcional. «Es un tema que preocupa, tenemos consultas de todo tipo, de gente que tiene ganas de volver a la oficina porque el teletrabajo se le está haciendo muyduro porla falta de contacto social y todo lo contrario, gente que no querría volver al trabajo presencial porque tiene miedo a la situación de posible contagio», explica la secretaria de Acción Sindical de CCOO, Cristina Torre.
Los gastos
Con el levantamiento del estado de alarma las empresas podrán seguir teniendo la plantilla haciendo trabajo en remoto sin acuerdos individuales que recojan aspectos como el de la compensación de los gastos. La normativa deja la puerta abierta a la compensación de gastos a través de acuerdos entre sindicatos y empresas pero se han alcanzado muy pocos porque la negociación colectiva está parada, recuerda el abogado Pere Vidal. Los trabajadores que lo quieran pueden acudir a los juzgados para reclamar los recibos de luz o de Internet que han pagado de más pero el jurista avisa de que es «complicado» poder acreditar el incremento de gastos en relación con las que tenían cuando iban a trabajar cada día a la oficina.
Uno de los pocos acuerdos que se ha alcanzado es el del convenio de las cajas de ahorro y el de la banca, que pactó una compensación de 55 euros al mes para hacer trabajo a distancia. La secretaria de Acción Sindical de CCOO asegura que la gran mayoría de acuerdos para compensar los gastos establecerán compensaciones de aproximadamente esta cantidad. «Si los acuerdos son muy superiores, las empresas no querrán que nadie teletrabaje», dice Torre.
El teletrabajo «ha caído»
Antes de la pandemia sólo el 4% de ocupados trabajaban en remoto. El confinamiento domiciliario y las restricciones a la movilidad dispararon hasta el 30% estos índices. Una vezpasadala primera sacudida, estas cifras han ido bajando y la última versión de la Encuesta de Población Activa dibuja un escenario donde el teletrabajo se ejerce en el 11% de los casos. «Hace muchos meses que el teletrabajo ha caído. No tanta gente como nos pensamos está teletrabajando», asegura la secretaria de Acción Sindical de CCOO.
El aumento exponencial del trabajo a distancia causó situaciones en las cuales los empleados no tenían ni los medios ni el espacio suficiente para trabajar. Torre añade que los problemas que se han evidenciado con el teletrabajo «derivan de la situación de precariedad de los trabajadores», como las dificultades para cumplir la jornada de trabajo y cobrar las horas extra.
A pesar de la proliferación de situaciones precarias de teletrabajo, Inspección prácticamente no ha recibido denuncias de estas prácticas, según indican fuentes del Departamentde Treball. Los casos en que ha actuado la policía laboral catalana han sido porque no ha habido un acuerdo y la empresa ha intentado imponer unilateralmente el trabajo a distancia. La consejería prevé que durante la segunda mitad del año será cuando se ponga a prueba la efectividad del Real Decreto y pueden aumentar las denuncias a medida que la situación sanitaria se vaya normalizando.
El teletrabajo enla administración y los más vulnerables
Gran parte del aumento del trabajo a distancia se debe a los empleados del sector público. Mauri alerta de que «en la administración pública el marco es mucho más flexible» que la del resto de empresas. Cada administración está definiendo su propio concepto de teletrabajo. Por ejemplo, el Ministerio de Política Territorial y Función Pública acordó recientemente las bases de un acuerdo enla administración estatal, que prevé que los empleados puedan hacer trabajo desde casa 3 días a la semana.
La Generalitat fue de las primeras administraciones a adoptar una normativa justo antes del estallido de la pandemia y de momento todavía no lo ha adaptado a la ley básica estatal. Una de las principales diferencias entre las dos normativas es que la catalana no incluía la obligatoriedad de la administración de proporcionar los equipos necesarios para trabajar y la estatal sí.
Mauri cree que el teletrabajo ha sido positivo para administraciones y empleados pero se muestra preocupado por los efectos sobre la población con más dificultades. El profesor de derecho administrativo enla UB señala que el teletrabajo enlas administraciones puede estar perjudicando a los ciudadanos más vulnerables que no tienen medios telemáticos. «El contacto con las administraciones públicas es un derecho», dice el experto en derecho administrativo, que avisa de que el sistema «tiene vacíos que afectan a las clases más débiles de la población». En este sentido, anima al Síndicde Greuges a seguir los pasos de sus homólogos del País Vasco y Valenciano y a elaborar un informe para saber si la ciudadanía tiene los canales suficientes para mantener el contacto con la administración.
Previsión de futuro
A la hora de hacer una previsión sobre cómo quedará el mundo del trabajo una vez levantado el estado de alarma, los expertos prevén una «pequeña regresión» en las oficinas en algunas plantillas que teletrabajan al 100% a corto plazo.
La profesora de IESE Business School y experta en dirección de personas, Mireia Las Heras prevé que ahora se empiece un periodo de transición hasta normalizar que los trabajadores puedan hacer entre un 20 y un 60% de la jornada laboral en remoto. «El trabajo en remoto va mucho más allá del trabajo desde casa, que es una de las opciones, pero otra son las oficinas satélite o los coworkings», ha explicado esta experta.
En este sentido, De las Heras cree que la ley de teletrabajo tendrá que ir evolucionando para adaptarse a las necesidades de las compañías, ya que el redactado actual «tiene sentido para las grandes empresas» pero no tanto para las pequeñas.