El tratamiento con litio reduce el riesgo de cáncer en personas con trastorno bipolar

El estudio del Clínicha incluido datos de más de 4,5 millones de personas, 59.000 con trastorno bipolar y 4.500 tratadas con litio. Las conclusiones apuntan a este aumento del 20% del riesgo de sufrir cáncer entre las personas con trastorno bipolar, que crece hasta el 30% si se considera el cáncer de mama en mujeres con trastorno bipolar.

Los investigadores explican que las razones que contribuyen a la mayor prevalencia de cáncer en personas con trastorno bipolar son variadas y complejas. Influyen las dificultades de acceso a los servicios de prevención y tratamiento primarios de salud y el aislamiento social. Además, algunas personas con trastorno bipolar suelen tener unos hábitos de vida menos saludables, con mayor consumo de sustancias como el tabaco o el alcohol, una vida sedentaria o la realización de dietas inadecuadas, entre otros.

También existen interacciones fisiopatológicas comunes entre el trastorno bipolar y el cáncer, entre las que destacan alteraciones hormonales, inmunitarias e inflamatorias, que provocan un envejecimiento acelerado, así como una predisposición genética y epigenética entre las dos enfermedades.

Por otra parte, el estudio evidencia que el tratamiento con litio no aumenta el riesgo de sufrir cáncer de cualquier tipo, incluyendo el del trato urinario. De hecho, los resultados del estudio señalan un posible efecto protector del riesgo de sufrir cáncer del tratamiento con litio, aproximadamente de un 5%.

El efecto protector de este tratamiento sobre el cáncer se debe a los efectos de esta molécula sobre las células. Por ejemplo, el litio modula el estrés oxidativo, la inflamación, la disfunción mitocondrial y la homeostasis celular, procesos muy vinculados al envejecimiento y el estrés que pueden favorecer la aparición de células cancerígenas. Asimismo, el litio inhibe la enzima GSK-3, involucrada en múltiples funciones celulares como la traducción del ADN, que regulan la organización y la supervivencia de las células.

Los expertos aseguran que el estudio resalta la necesidad de implementar programas de prevención de los factores de riesgo de cáncer en personas con trastorno bipolar, así como programas de detección precoz de cáncer en esta población, especialmente el cribado del cáncer de mama. Asimismo, ven reforzado el rol del tratamiento con litio como el principal del trastorno bipolar.