Historia
Miles de cartas personales de catalanes de los siglos XVI en XIX dan una mirada alternativa a la historia
El contenido epistolar se puede consultar 'online' y procede de varios archivos históricos
Temas cotidianos como el miedo a los bandoleros, un mal viaje en tartana o el parto de una hija, y otros como el amor vestido de amistad entre dos hombres en 1840 o la violación de una chica muda en 1825 aparecen en las cerca de 2.500 cartas personales de los S.XVI al XIX encontradas por investigadores de la UAB y que ofrecen una mirada alternativa a la historia.
Un equipo de investigadores del Departamento de Historia Moderna y Contemporánea de la UAB, encabezado por el profesor Javier Antón Pelayo, han investigado durante 4 años en 44 archivos históricos, donde han localizado 586 fondos patrimoniales, de los cuales han extraído 2.438 cartas familiares, que han registrado, transcrito y analizado.
Se trata del proyecto 'EpiCAT. Cartas familiares de Catalunya (siglos XVI-XIX). Inventario, estudio y difusión', donde las cartas, «escritas por testigos presenciales de los hechos», dan «una mirada alternativa a la interpretación histórica, cuya construcción se basa en documentos oficiales,» ha afirmado al investigador principal, Javier Antón Pelayo, durante la presentación.
El historiador ha reivindicado el valor de las relaciones epistolares para conocer mejor la historia y completarla más allá de los hechos, «profundizando en temas como las emociones» al permitir «aproximarnos a la vida cotidiana de las familias y conocer las impresiones que provocaban determinados hechos históricos políticos, sociales, climáticos, agrarios o sanitarios».
Las cartas encontradas están escritas por personas que «pertenecen a un extracto social medio-bajo», de manera que «ofrecen posibilidades extraordinarias para la investigación», ha añadido al historiador.
Abordan temáticas cotidianas como el miedo a los bandoleros y la inseguridad en los caminos, el granizo que arruina la cosecha, un incómodo viaje en tartana, la acción de un militar en batalla, la entrada de tropas en una ciudad, el parto de una hija o las bodas de un heredero.
Pero también tratan otras temáticas más particulares donde se revelan los sentimientos de manera explícita, como se puede leer en la carta que Josep Oriol Milans escribió a Joaquim Olivas en 1840 y en la cual confesaba su amor disfrazado de amistad al afirmar que «ni el silencio, ni la ausencia, ni el tiempo, dulce amigo mío, pueden templar la sagrada llama de nuestra amistad, antes al contrario, cuando ella dura demasiado en mi pecho sin comunicarse, entonces explota con escribirte una carta donde en vano intento tirar todo su fuego».
Otro de los ejemplos es la carta, que, en 1804, Fray Pere Bogunyà escribió a su hermano Miquel sobre tres candidatas a matrimonio en los términos siguientes: una es «bien educada e instruida, limpia de sangre, de buenos padres, viva y con talento para gobernar cualquier casa, de buenas costumbres, enana de altura y fea.»
La otra resulta «instruida en las cosas de la mujer, de 28 años, de buena sangre y costumbres, es afable y grasa, no lleva vestidos de seda, aunque tiene 3 o 4 y está bien abrigada con 1.500 libras»; mientras que la última «cuando le dijimos tu edad, mostró que esta calidad no le iba bien».
En esta y otras cartas similares «hemos entrado en la intimidad y hemos encontrado secretos inconfesables que seguramente no se conocieran ni en el entorno familiar» y, a partir de ellas, «vemos las estrategias que siguen a las familias, por ejemplo cuando se contrata un matrimonio», ya que «lo que encontramos en los registros diocesanos escondía realidades menos fáciles», según Antón Pelayo.
Por eso, ha reivindicado el valor de las cartas familiares ya que «difícilmente encontraremos documentos tan elocuentes» para «comprender de una manera más precisa y sensible lo que eran las relaciones sociales y la mentalidad de la época».
El vaciado y transcripción de las cartas familiares ha dado motivo a la creación de la plataforma digital EPIC (epicat.uab.cat ), desde dónde se pueden consultar las 2.438 cartas, y en la cual aparecen digitalizadas en su versión original 250 de ellas.
Las cartas proceden de archivos históricos como el Arxiu Nacional de Catalunya y el de la Corona de Aragón, de la Biblioteca de Catalunya, de los archivos históricos provinciales de Girona, Lleida y Tarragona, de los archivos históricos municipales de las ciudades de Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona y de todos los archivos comarcales.