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Argimon dice que el toque de queda se tendrá que aplicar unas cuatro semanas y que hay un millar de sanitarios vacunados e infectados

Ha admitido que los festivales fueron un «error» por los mensajes contradictorios enviados

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«Con estas cifras de contagios, claramente no hemos hecho bien las cosas», ha admitido el conseller de Salut, Josep Maria Argimon, en declaraciones a Catalunya Ràdio. Ha añadido que la celebración de los grandes festivales de música fue un «error» porque con su realización se enviaron mensajes contradictorios, aunque los datos preliminares no indican una explosión de contagios. Ha dicho que los datos epidemiológicos siguen siendo «muy malos», aunque con una cierta «ralentización» de 15 a 29 años. Ha defendido la necesidad del toque de queda y ha abierto la puerta a un mínimo de 4 semanas. Por otra parte, ha explicado que hay un millar de trabajadores de centros sanitarios que a pesar de tener la pauta completa se han infectado en esta ola.
El conseller ha asegurado que aunque hay una ralentización de los contagios en la franja de 15 a 29 años, no es un parón ni un descenso, sino que la infección se ha ido trasladando a otras franjas de edad. Así, ha aseverado que todavía está creciendo el virus.

Ha reconocido que se tiene que hacer autocrítica y que estas cifras indican que las cosas no se han hecho bien. Al ser preguntado sobre lo que ha pasado, ha contestado que se ha dado la «tormenta perfecta» y ha lamentado que había una sensación de que todo iba muy bien. «También yo he contribuido», ha reconocido. En este sentido, ha dicho que ha vuelto a pasar «lo mismo» que en olas anteriores como concepto pero ha incidido que esta ola tiene unas características completamente diferentes ya que está afectando mayoritariamente a un sector de la población que hasta ahora no lo estaba sufriendo con esta crudeza.

El conseller ha dicho también que hay una «doble realidad» o una sensación de «doble pandemia»: la que se puede ver en las calles y la que hay en los centros de salud. Así, ha lamentado que se haya enviado el mensaje que «se estaba saliendo del túnel» cuando el virus ha demostrado que «da muchas vueltas».

Precisamente por eso, y a pesar deque eran proyectos planificados y la situación ya era «complicada» antes, ha reconocido que celebrar el Vida, el Canet Rock o el Cruïlla ha sido contradictorio con la realidad del momento. El conseller ha hecho referencia especialmente a cómo ha podido contribuir esta celebración al mensaje que se enviaba másque a la traducción en contagios, ya que ha dicho que los datos preliminares indican «que no han tenido un gran impacto». Los datos finales se darán a conocer el próximo miércoles o el siguiente.

Si el TSJC tumba el toque de queda se reevaluarán las medidas

En este situación, ha confiado en que el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) avale el toque de queda nocturno pedido por el Govern. Una medida que ha augurado que podría ser necesaria hasta cuatro semanas y que se irá renovando semana a semana. Con todo, ha insistido en que la voluntad es que se aplique el menor tiempo necesario. Si el tribunal tumba esta medida, en principio el Govern mantendrá el resto de restricciones y reevaluaría si es necesario añadir alguna.

Entre estas ha descartado el confinamiento territorial ya que ha indicado que lo más importante ahora es incidir en los grupos de edad donde hay más contagio y socialización.

Por otra parte, ha manifestado que «está sobre la mesa» vacunar con segundas dosis a personas que han pasado la covid, así como si los contactos estrechos vacunados tienen que hacer o no cuarentena. Los dos temas se tratan en el marco de la Comisión Nacional de Salud Pública.

Sobre el mundo sanitario, ha explicado que hay un millar de trabajadores en centros sanitarios que se han reinfectado. Ha insistido en la necesidad de proteger a este colectivo, que está «agotado» y que necesita hacer vacaciones. Argimon ha concretado que hay centros que están denegando permisos pero ha esperado que no se tengan que anular vacaciones.

La Delta no será la última variante

De cara al verano, ha pedido a la población que disfrute de las vacaciones pero «con prudencia y prevención». Y con respecto al futuro, ha alertado de que el virus se quedará y que la variante Delta «no será la última».

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