Las asociaciones cannábicas de Cataluña (CATFAC) han lamentado la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que los obliga a funcionar como clubs privados y a no poder promover el consumo, la venta ni el cultivo. El TSJC tumba así el plan especial urbanístico del año 2016 del Ayuntamiento de Barcelona y concluye que los municipios no son competentes para hacer una regulación propia de los clubs de cannabis. «Vinimos a quedarnos y nos quedaremos», ha querido dejar clara la CATFAC, que considera que se trata de un «nuevo ataque judicial» contra su funcionamiento. En paralelo, las asociaciones cannábicas reclaman «diálogo y valentía» al Ayuntamiento de Barcelona para dar una «respuesta coordinada» al conflicto.
El consistorio barcelonés, sin embargo, ya ha anunciado una campaña de inspección y control para garantizar el cumplimiento de la normativa. Se empezará por aquellos que más impacto negativo generan - enfocados al turismo y a la venta masiva - y más adelante, se abordará los grupos comunitarios y de autoconsumo. Paralelamente, se enviará una carta explicando la situación actual a todos los clubs existentes. «Pedimos a todos los representantes políticos que utilicen todas las herramientas democráticas para revertir esta situación. Que no cedan al inmovilismo del Estado», ha pedido la CATFAC. «Si hay un momento en que ha sido necesario ser valientes es ahora y regular las asociaciones cannábicas hoy es una urgencia», han reiterado desde la Federación de Asociaciones Cannábicas de Cataluña.
«Una vez más el poder judicial carga contra las asociaciones cannábicas sin tener en cuenta la realidad social de la ciudad de Barcelona, que convive desde hace más de 30 años con estas entidades», ha criticado la CATFAC. «En vez de analizar un modelo claramente orientado a conseguir el bienestar de las personas, aplica de nuevo su estrategia punitiva, de represión y aniquilamiento de un modelo de acceso al cannabis reconocido internacionalmente y pionero en Europa», han continuado las asociaciones cannábicas. «Desde ahora mismo, no nos quedaremos de brazos doblados y responderemos de forma activa delante de la maquinaria represiva, hasta que conseguimos el reconocimiento de un derecho adquirido,» han concluido desde la CATFAC.