Política
El Govern reclama al Estado que pague 1.500 MEUR para liberar los peajes que quedarán en Cataluña el 1 de septiembre
El vicepresidente Jordi Puigneró dice que «no tendría sentido apostar ahora por la viñeta» si después se implanta el pago por uso
Aparte de esta demanda, Puigneró también ha exigido al gobierno español que sea la Generalitat la encargada de la gestión y el mantenimiento de las vías catalanas libres de peajes, incluidas aquellas que todavía son titularidad del Estado. «Los catalanes hemos estado pagando estas carreteras durante años y, por lo tanto, entendemos que tienen que ser nuestros», defensa. Sobre el mismo tema, el vicepresidente del Gobierno argumenta que tener una única administración como titular de las vías facilitaría la gestión. «De esta manera podemos desarrollar al modelo de futuro que queremos por nuestras infraestructuras de alta capacidad», ha comentado.
Debate sobre la financiación de las autopistas
El Estado tiene que definir en un plazo máximo de dos años qué modelo de gestión quiere en sus autopistas, tal como exigen desde Bruselas. La Generalitat defiende la viñeta, un modelo que consiste en pagar una tarifa plana –se situaría entre los 40 y los 110 euros anuales- por poder circular, y que sería más económica para aquellos usuarios más habituales. La Unión Europea, en cambio, apuesta por un modelo de «pago por uso» y con importes más elevados por aquellos vehículos más contaminantes. El gobierno español todavía no ha emitido un posicionamiento claro.
Desde la Generalitat se cree que el modelo de viñeta es compatible con los objetivos de sostenibilidad de la Unión Europea, pero su aplicación sigue en 'stand by'. Puigneró carga contra el gobierno español para no comunicar formalmente su posición. «Sabemos qué queremos por Cataluña, pero no sabemos qué quiere el Estado; pero no tendría sentido apostar ahora por la viñeta si después tenemos que acabar teniendo dos modelos diferentes», destaca.
Hasta ahora, el gobierno español se ha limitado a plantear un sistema «de usuario pagador» bajo el principio de «quién contamina paga». Así lo planteó el mayo pasado en el Plande Recuperación, Transformación y Resiliencia, documento que el ejecutivo de Sánchez remitió en Bruselas. El sistema se podría empezar a aplicar a partir de 2024, ya que haría falta cierto margen para desarrollar los instrumentos normativos y crear la nueva estructura de peajes.
De momento, el mantenimiento de las autopistas que gestiona Territori y que pierden el peaje este 1 de septiembre –la C-32 y la C-33- irá a cargo de los presupuestos de la Generalitat. El mantenimiento de las dos vías será de 6 MEUR anuales –teniendo en cuenta la carretera y las áreas de servicios-, mientras que las obras para retirar las cabinas de peaje y costarán 7,5 MEUR. Además, habrá que añadir alrededor de 15 MEUR cada cinco años en mantenimiento extraordinario, como tareas de asfaltado.
Dudas entre los expertos
Los expertos ven con buenos ojos la propuesta del Govern para unificar la gestión de las autopistas y poder empezar a trabajar en un modelo único de financiación. «Es muy importante que el modelo se defina el más bien posible, porque su implantación requiere una inversión y tiempo», subraya el profesor de EAE a Business School, Víctor Ruiz, en declaraciones a la ACN.
No obstante, considera que la demanda es «atrevida». «Las autopistas que seguirán teniendo peaje explícito son muy rentables para las empresas privadas, especialmente el Túnel del Cadí y la autopista entre Castelldefels y El Vendrell; en este sentido, soy bastante pesimista», reconoce.
En el caso del túnel del Cadí, por ejemplo, el precio para los vehículos de categoría 2 –turismos, furgonetas de hasta nueve plazas, furgones y camionetas- es de 12 euros por un recorrido de cinco kilómetros, mientras que la tarifa en los Túneles de Vallvidrera –de 2,5 kilómetros- es de 4,31 euros en horas punta.