Sociedad
Bashir Eskandari, exiliado afgano: «Las personas que están en más riesgo no pueden salir»
El presidente de la Asociación Afganos y Catalanes teme la persecución de las minorías étnicas con el retorno de los talibanes
Teme que la persecución de minorías como la suya se intensifique con los talibanes, los cuales son un grupo extremista suní y forman parte de la etnia paixtú, mayoritaria en Afganistán. Su periplo para escapar de del país lo llevó primero en Irán, de mayoría chií y refugio de millones de hazars, pero tuvo que devolver por las pobres condiciones en que vivía como refugiado. Dejó atrás su madre y hermanas para aventurarse hasta Turquía, después en Grecia, donde también impulsó una asociación para afganos, y finalmente llegó en Cataluña.
Eskandari reconoce que el gobierno español «se ha esforzado mucho por intentar ayudar a las personas en riesgo», especialmente los que colaboraron con las fuerzas occidentales durante los 20 años de ocupación del país, pero lamenta que «han quedado muchas familias». Cree que la evacuación llevada a cabo desde el aeropuerto de Kabul pasó por el cedazo de los talibanes, a los cuales acusa de falsificar documentación para facilitar la salida a personas próximas.
«Afganistán lleva más de 45 años en guerra», lamenta. Eskandari cree que las potencias occidentales «han dejado el país en manos de terroristas» y aventura que «tendrán que devolver algún día», ya que el régimen de los talibanes y su ideología representa «un peligro para todo el mundo». Cree que la invasión del país a raíz de los atentados de las torres gemelas el 11 de septiembre del 2001 no se estudió lo suficiente. «Los políticos tendrían que haber calculado a los soldados que perderían y los millions de euros que costaría», dice.
Eskandari y la comunidad afgana están preparando una movilización para el próximo 11 de septiembre, cuando se cumple el vigésimo aniversario de los atentados en el World Trade Center y el Pentágono, que también coincidiría con la Festividad. «Es un día muy histórico», dice, y cree que es una buena oportunidad para «decir a todo el mundo lo que está pasando en Afganistán».