Sucesos
Veinte detenidos y 43 heridos en el gran botellón de Barcelona, que ha congregado a 40.000 personas
Batlle ha defendido que el dispositivo estaba mesurado y que la situación estaba prevista, pero ha añadido que no se podía evitar
Batlle ha dicho que el 'macrobotellón' que ha congregado hasta 40.000 personas durante la noche no es un «problema de ocupación masivadel espacio público», sino que se ha convertido en un «problema de orden público» muy grave. En este sentido ha asegurado que muchos de los asistentes «iban a hacer actividades incívicas», como pasó en Bellaterra la semana pasada, y que entre los 43 heridos durante los disturbios, hay 13 que han sufrido lesiones por arma blanca, cosa que ha considerado que es «muy preocupante».
Precisamente, el teniente de alcaldía ha detallado que los problemas empezaron hacia las dos y media de la madrugada, cuando un equipo del SEM intentó atender un herido por arma blanca protegidos por efectivos de la Guardia Urbana. Entonces se produjo «un ataque directo» tanto contra los agentes como contra el personal sanitario y se destrozaron dos vehículos «no logotipados» de la Guardia Urbana. Los disturbios acabaron con la «rotura de la fachada de la planta baja del Palacio de Congresos», media docena de motos de alquiler quemaduras y dos cipreses y varios contenedores calcinados.
Los incidentes se han alargado durante toda la noche, de hecho, los últimos disturbios se han registrado hacia las ocho de la mañana de este sábado. Como la situación era un «problema de orden público», Mossos d'Esquadra es quien ha asumido la gestión del gran botellón y el Ayuntamiento de Barcelona ha estado en contacto durante toda la noche con el conseller de Interior, Joan Ignari Elena, los responsables de la Guardia Urbana y de la policía catalana, que durante esta mañana han estado estudiando cómo evitar que se repitan hechos similares esta noche.
Batlle ha reconocido que este botellón «era uno de los escenarios» que contemplaba el ayuntamiento y ha recordado que viernes tuvieron un día «complicado» a raíz de la detención del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. «Una cosa es prever y el otro es evitar», ha justificado haciendo un símil con la erupción del volcán de la Palma.
A la espera de la identificación de la veintena de detenidos a raíz de los disturbios de esta madrugada, ocho por parte de los Mossos d'Esquadra y 12 por parte de la Guardia Urbana, Batlle ha dicho que desconocen si hay menores entre los arrestados y si alguno de ellos había participado en los actos vandálicos de la UAB de la semana pasada. En todo caso, ha subrayado que la mayoría de los asistentes «eran gente muy joven» y que algunos han tirado botellas contra los cuerpos policiales. En este sentido, ha explicado que también querrán analizar y tomar medidas para evitar que se venda alcohol a partir de las 11 de la noche, tal como establece la ley, cosa que creen que no se ha cumplido.
Por su parte, el teniente de alcaldía de Cultura, Jordí Martí, ha insistido en desvincular el 'macrobotellón' con la fiesta de Mercè, que seguirá la programación prevista durante el fin de semana. «Es un fenómeno totalmente extemporáneo a las dinámicas propias de Mercè», ha subrayado añadiendo que este sábado se volverán a poner a la web unas 4.000 entradas nuevas gracias a la ampliación del aforo permitida por el Procicat. Martí ha detallado que el viernes participaron en actos de Mercè unas 105.000 personas, 80.000 de ellas en actividades diurnas, y que el acto que tuvo más afluencia de público fue el homenaje a la cultura popular que se hizo en paseo de Gracia, que congregó 60.000.
De cara a la próxima madrugada, Batlle ha hecho un llamamiento a la ciudadanía a que no «acuda en el espacio público» de manera masiva.