Sucesos
El botellón en el frente marítimo de Barcelona deja un rastro de destrozos, suciedad, motos quemadas y cristales rotos
Los propietarios de los restaurantes saqueados hacen balance: «La situación se les está escapando de las manos»
«Cuando no es una cosa, es otra», ha lamentado Noguera, que ha asegurado que se encuentran «dejados de la mano de Dios». «Viendo lo que pasó ayer, los políticos podrían haber suspendido la fiesta de Mercè y nos hubiéramos ahorrado todo eso», ha afirmado el propietario de Ca la Nuri. «Algún día pasará alguna cosa grave, se morirá alguien, y tendremos que correr», ha añadido.
En el Paseo Marítimo, los equipos de la brigada municipal también hacían balance de los destrozos en marquesinas, señales de tráfico o semáforos. En la zona, convivían los restos de los destrozos y la suciedad con los vecinos más matinales y los que salían a hacer deporte. Los que patinaban, ni siquiera podían hacerlo de forma seguida sin encontrar obstáculos en la vía.