La restauración vuelve al aforo del 100% y al horario habitual: «Empezamos a ver la luz»
Los locales celebran poder hacer uso del todo espacio: «Nos sabía muy mal tener que decir que no para respetar las medidas»
Ahora, la responsable del establecimiento prevé incrementar entre un 10% y un 20% el número de clientes y la facturación El restaurante abrió hace más de un año y medio y, poco después, tuvo que cerrar por|para el estallido de la pandemia. «Fue un golpe muy duro. Ahora empezamos a ver la luz y tenemos mucha ilusión por poder volver por fin a la normalidad», ha asegurado.
En el primer día sin limitaciones al aforo, la responsable del restaurante está a «la expectativa». Lizano cree que todavía hay mucha gente con «miedo» por la pandemia, pero prevé que la situación se normalice «poco a poco»y espera no tener que volver «atrás». «No hace mucho que hemos abierto y nos hace cosa que tengamos que volver a cerrar», ha manifestado.
El sector hacía días que negociaba «discretamente» con el Govern el levantamiento de todas las restricciones teniendo en cuenta que los datos sanitarios eran buenos. Una vez llegado el momento, el Gremio de Restauración hace balance de un año y medio de limitaciones que «han dejado el empresariado muy tocado» y han provocado el cierre del 20% de los locales de Barcelona. Su director ha considerado que el Governha tomado decisiones que iban «en contra de la lógica» y que demostraban que estaba «desconectado» de las necesidades de las empresas. En resumen, el sector cree que Cataluña ha sufrido las restricciones «más duras» del Estado.
La alta defunción empresarial se explica por «la excesiva dureza de las restricciones», por el tamaño pequeñode las empresas y por|para el «golpe más duro» que ha recibido la capital catalana, que depende de la movilidad internacional. Pallarols ha anticipado que algunos empresarios tendrán que hacer frente a «dos años de agujero económico» y ha pedido afrontar un debate sobre la fiscalidad para allanar el camino hasta la recuperación, que no cree que sea una realidad en Barcelona hasta la Semana Santa del 2022.