El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) ha autorizado este jueves el uso del pasaporte covid para acceder al interior de bares y restaurantes, instalaciones donde los usuarios practiquen deporte y residencias de personas mayores, así como otros locales donde se pueda comer. La fiscalía se ha opuesto a la medida. La ampliación del uso del certificado entra en vigor esta medianoche y tiene una duración inicial de 14 días, hasta el 9 de diciembre. Todos estos establecimientos se suman al ocio nocturno y a los banquetes con baile, donde ya era vigente la obligatoriedad de enseñar el pase covid. Habrá que ver si esta medida se amplía en más establecimientos en los próximos días después de que el comité asesor del Departamentde Salut lo recomendara para cines y teatros.
La sección tercera de la sala contenciosa-administrativa concreta que el pasaporte covid se tendrá que pedir también en los locales de restauración integrados en centros o galerías comerciales, parques y ferias de atracciones, ludotecas, salones de juego y gimnasios; enlos locales culturales donde se vendan bebidas o comida, como salas de conciertos, cines y circos; en los conciertos y actos culturales en pie derecho en lugares cerrados; en las competiciones deportivas donde se venda comer o bebida, en el Centro de Alto Rendimiento deportivo de Sant Cugat del Vallès. También se preguntará cuándo se hagan actividades musicales en congresos, ferias comerciales y fiestas mayores.
En cambio, no se pedirá el pasaporte covid en los servicios de restauración de los centros de trabajo destinados a los empleados, en los ubicados en centros sanitarios destinados a los empleados y en los pacientes, en los comedores escolares y universitarios y en los comedores sociales para personas vulnerables.
El decreto de la Generalitat obliga los establecimientos a colgar carteles en la entrada donde recuerden la obligatoriedad del pasaporte y a destinar personal para hacer este control. Los datos de los clientes no se tienen que guardar.
En su auto de 19 páginas, la sala contenciosa-administrativa del TSJC advierte a la Generalitat que los próximos decretos tienen que estar redactados de forma más clara y comprensible. De hecho, dice que «la técnica utilizada ya es criticable» y la redacción es «pastosa y reiterativa». Además, asegura que «la adición acentuada y sin freno de más y más actividades está consiguiendo una altura que requerirá al menos una mayor motivación y justificación reforzada».