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Medio Ambiente

El confinamiento provocado por la covid mejoró la calidad del agua del Mediterráneo, según un estudio

Investigadores alertan, sin embargo, que se redujo la clorofila y eso hizo un mar menos productivo

El Concurso de Pesca del Calamar de Salou durará hasta el próximo sábado

Concurso de Pesca del Calamar de SalouGerard Martí

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ACN

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El confinamiento provocado por la covid contribuyó a mejorar la calidad del agua del mar Mediterráneo, según un estudio liderado por el Institutde Ciències del Mar (ICM-CSIC). Los investigadores creen que eso podría explicar los avistamientos de algunas especies que, en condiciones normales, son difíciles de observar. La mejora de la calidad del agua se observa principalmente a través de una menor concentración de clorofila, un pigmento esencial del fitoplancton que acostumbra a correlacionarse con la disponibilidad de nutrientes. Probablemente, esta disminución es debida a una combinación de factores, entre ellos la menor carga atmosférica de nitrógeno, el menor flujo de aguas residuales y la bajada de la actividad pesquera.

Todo eso dio lugar a un mar más limpio y transparente, pero también menos productivo ya que disminuyeron algunos grupos microbianos, en particular el fitoplancton. Y es que, aunque las aportaciones de nitrógeno son contaminantes, suponen una fuente de nutrientes para el fitoplancton, que aumenta su abundancia gracias a estos, hecho que supone, a su vez, más alimento para los animales que se nutren.

Los investigadores apuntan que si se hubiera alargado la situación de baja concentración de clorofila, se habría acabado viendo afectada la pesca. La autora principal del estudio, Maria Montserrat Sala, explica que la oligotrofia (baja concentración de clorofila) podría tener consecuencias en cascada dentro del ecosistema marino, ya que los grupos de microbianos que disminuyeron a consecuencia del confinamiento se sitúan en la base de la red trófica marina y sostienen el crecimiento de las especies de niveles superiores.

Para la realización del trabajo, el equipo investigador comparó datos de abundancia, diversidad y función de los microorganismos marinos de muestras de agua de la bahía de Blanes recogidas durante la primavera del 2020 con datos de muestras del mismo lugar recopilados a lo largo de los 15 años anteriores por el Observatorio Microbiano de la Bahía de Blanes, que ha celebrado este año su 20º aniversario.

Esta es una de las series de datos más largas del Mediterráneo y permite evaluar tanto los efectos a largo plazo del cambio global como fenómenos puntuales, como el confinamiento.

Finalmente, los autores del estudio destacan que ya en junio de 2020, coincidiendo con el desconfinamiento progresivo de la población, los efectos del cierre en los parámetros medidos eran muy menores que durante el mes de mayo, lo cual hace pensar que el impacto del confinamiento duró poco tiempo.

Este es uno de los pocos estudios que han evaluado el impacto del confinamiento sobre los mares y océanos, y lo único que lo ha hecho a partir del análisis de muestras cogidas in situ durante los meses del cierre. Otros lo han hecho comparando observaciones de clorofila obtenidas vía satélite. Además, es el único trabajo que ha comparado los datos de un año tan excepcional como en el 2020 con una serie de datos tan larga como la de Blanes, indican a los investigadores.

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