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Las propuestas del PSC para resolver el encaje entre Cataluña y España

Illa plantea una revisión de la norma recortada por el TC como una vía para desencallar el conflicto

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta i el líder del PSC en el parlamento, Salvador Illa.

Las propuestas del PSC para resolver el encaje entre Cataluña y EspañaACN

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Del derecho a decidir a una revisión del Estatuto recortado por el Tribunal Constitucional con la sentencia del 2010. El PSC de Pasqual Maragall sacó adelante una reforma de la norma catalana, que posteriormente fue decapitada por el Congreso y enmendada por el Tribunal Constitucional. Desde entonces, los socialistas han puesto encima de la mesa varias propuestas para resolver el encaje entre Cataluña y España, y se han desdicho de otros. Ya no queda nada del derecho a decidir que representó a Pere Navarro; y el nuevo primer secretario, Salvador Illa, ha situado encima del tablero del 2022 una «corrección» del Estatuto como una vía para descoyuntar el conflicto, con más autogobierno y una financiación justa. La propuesta de reforma del Estatuto hecha por el PSC del expresidente del Gobierno Pasqual Maragall abogaba para definir Cataluña como una «nación que forma parte de la España plural reconocida por la Constitución» y establecía la voluntad de profundizar en el carácter federal, plurinacional, pluricultural y plurilingüístico del Estado Español. Finalmente, el texto acabó apuntando que «Cataluña, como nacionalidad, ejerce su autogobierno constituida en comunidad autónoma de acuerdo con la Constitución y con este Estatuto». Se aprueba en el Parlamento y llega al Congreso, donde es recortado, y refrendado por la ciudadanía de Cataluña el 2006.

En2006, José Montilla, como presidente de la Generalitat, fue a Madrid y alerta de la desafección de Cataluña con España. Advierte de un alejamiento irreversible. Como presidente de la Generalitat, aspira a pactar «grandes temas de país», como el despliegue del Estatuto o las infraestructuras, y trabaja en un nuevo sistema de financiación. El TC -a instancias de un recurso del PP- recorta el Estatuto con una sentencia que llega en el 2010. Es entonces cuando la sociedad catalana responde con la manifestación «Somos una nación. Nosotros decidimos», que encabezaron todos los presidentes vivos del Parlamenty la Generalitat, incluyendo Montilla.

Justo después, a las elecciones del 2010 -que gana Artur Mas (CiU)- los socialistas prometen «desplegar íntegramente el Estatuto», pero también actuar para desarrollar «sin ninguna renuncia» todo el potencial de autogobierno del Estatuto, «a pesar de la sentencia del TC». Claman poruna reforma de la Constitución, «con el consenso necesario, haciendo de España un verdadero Estado federal».

El PSC de Pere Navarro se presenta a las elecciones del 2012 con un programa favorable a una consulta, siempre que sea«legal y acordada». De hecho, llega a señalar que nadie puede negar el derecho de Cataluña a decidir su futuro. Y rompen la disciplina de voto al Congreso en votaciones relativas a este asunto. También pide una consulta sobre el pacto federal, previa al referéndum. Sin embargo votan en contra de la proposición de ley para pedir el traspaso de competencias para convocar un referéndum sobre la independencia -diputados como Marina Geli, Núria Ventura y Joan Ignasi Elena se desmarcan. El debate sobre esta propuesta provoca una fuerte crisis, que acaba partiendo la formación en una de sus sacudidas internas mayores. En paralelo, Navarro intenta de nuevo arrastrar al PSOE hacia posiciones más «federalistas» y «plurinacionales», e impulsa un encuentro de todos los líderes territoriales con la cúpula de Alfredo Pérez Rubalcaba en Granada. La reunión, pero acaba con la firma de la Declaración de Granada, donde no se toca el encaje de Cataluña y España y se adelanta sólo en algunos puntos como la mejora de la financiación y el reconocimiento de la singularidad de todas las autonomías, sin entrar en demasiados detalles.

Poco después, el derecho a decidir cae del ideario socialista. La propuesta del PSC de Miquel Iceta pasa por una reforma constitucional federal, que recoja el carácter «plurinacional» del Estado español y reconozca «la aspiración nacional» de Cataluña. Más tarde, en las puertas del referéndum del 1-O, el PSC y el PSOE firman la Declaración de Barcelona, un documento en que se apuesta para impulsar la subcomisión en el Congreso sobre la reforma constitucional.

En este texto se incluye de nuevo hacer un desarrollo normativo para recuperar el Estatuto refrendado por Cataluña antes del recorte del TC. Entre otras cuestiones, el documento aboga por un acuerdo de financiación, un Senado federal o el reconocimiento de la lengua, la cultura y los símbolos de Cataluña.

En las elecciones del 21-D, en el 2017, Iceta pide mayorías amplias porun pacto de Estado para Cataluña que implique más autogobierno, mejor financiación y una España federal donde Cataluña se sienta cómoda, querida y respetada. «Ahora, soluciones», rezaba su lema.

No hay grandes cambios con el programa con que Salvador Illa se presenta al 14-F en el 2019: «Diálogo dentro de la ley para resolver el conflicto». Quiere culminar los traspasos pendientes, revisar el sistema de financiación, una reforma constitucional federal que implique la transformación del Estado de las autonomías en un Estado federal, y el reconocimiento de las singularidades propias de las naciones o nacionalidades.

En una de las últimas intervenciones en que Illa ha desplegado su proyecto, ha pedido una mejora del autogobierno y una financiación justa. Y considera una anomalía que el Estatuto vigente no sea lo que Cataluña refrendó. «Habrá que corregirlo», apuntó en una conferencia a Madrid en enero. Una de las vías pasaría por modificar leyes orgánicas en el Congreso.

En una intervención en la XXI Escuela de Invierno del PSC, en febrero de 2007, Iceta se anticipaba al papel que jugaría el partido si el TC emitía una sentencia desfavorable al Estatuto. «Seguiremos trabajando», defendía, «pensaremos en otros caminos que tenemos abiertos: impulsando la reforma del Senado y de determinadas leyes orgánicas, o favoreciendo la presencia de personas con sensibilidad autonómica en el TC. Haremos lo que haga falta para alcanzar los objetivos que nos hemos marcado». Años después, Illa lo vuelve a situar encima de la mesa.

El conjunto de propuestas que han nacido en el sí del PSC desde Maragall han intentado que el encaje entre Cataluña y España fuera posible, cómodo y avanzara en la federalización y plurinacionalidad del Estado. Pero a menudo se han tropezado consigo con el muro del PSOE, del Congreso o del Tribunal Constitucional animado por el PP. Ahora, con las propuestas de Illaen un terreno menos conflictivo y ambicioso, está para ver si los socialistas catalanes podrán conseguir su objetivo.

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