Bragas de bambú contra la incontinencia urinaria

La empresa Goher Textil Calella, el centro tecnológico Fitex y la Fundación Puigvert han conseguido diseñar y fabricar unas bragas eficaces para la incontinencia urinaria -una patología que afecta hasta el 40% de las mujeres en España-, que son reutilizables y están hechas con fibras vegetales de bambú.

La directora de Enfermería de la Fundación Puigvert, Esther Franquet, ha explicado a Efe que las pruebas hechas con pacientes han dado «resultados muy buenos, que permiten validar esta ropa íntima» pensada para pacientes que sufren «incontinencia urinaria de esfuerzo», que se produce a cualquier edad con pérdidas pequeñas cuando se hacen «esfuerzos, ejercicio físico o al toser...».

«Las pacientes que las han probado han destacado su capacidad de absorción, su transpirabilidad y el ahorro que supone no tener que gastar en compresas o salvaeslips, además del beneficio para el medio ambiente, porque las braguitas son reutilizables y están hechas de fibras vegetales de bambú, un componente orgánico», ha resaltado la enfermera.

El proyecto, denominado 'Stop Incontinencia Urinaria' (STOPIU) y financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, ha utilizado la fibra natural de bambú, que, además de ser un componente natural, evita el olor y ha incluido un exhaustivo estudio de los movimientos corporales de esfuerzo que originan pérdidas de la continencia urinaria como estornudar, agacharse o hacer deporte, además de tener en cuenta también «parámetros estéticos».

Una veintena de mujeres de entre 40 y 65 años con incontinencia han testado el invento.

«Pensamos que la incontinencia urinaria afecta a las mujeres sólo a partir de los 65 años, aunque es una patología presente en todos los grupos de edad, con variedad en la naturaleza y gravedad de los síntomas», ha puntualizado Franquet.

El jefe de la Unidad de Urologia Funcional y Femenina de la Fundación Puyigvert, Carlos Errando, ha señalado a Efe que «no se puede hablar de la incontinencia como una sola cosa, es un síntoma que puede deberse a diversas causas, la más frecuente es debida a los partos por un problema del suelo pélvico, pero hay otros casos por mal funcionamiento de la vejiga o por una obstrucción».

«Es importante adecuar el diagnóstico a la paciente. No es lo mismo tratar a una jovencita de 19 años, a una señora de 50 que esté trabajando o a una jubilada de 79 años», ha indicado el urólogo, que recuerda que «hay pacientes que se pueden tratar con medicamentos, otras con operación y otras con fisioterapia del suelo pélvico».

«Las mujeres tienen tendencia a acudir al ginecólogo, cuando en realidad la incontinencia de orina es un tema que también tratamos los urólogos, es la especialidad que trata la incontinencia de orina», ha subrayado Errando.

Ana, una mujer de 35 años que a raíz de su segundo embarazo comenzó a tener pérdidas de orina, es una de las mujeres que ha probado las nueva bragas que para ella han supuesto «seguridad, porque me encuentro cómoda, no necesito llevar salvaeslip o compresa, y no noto la sensación de incomodidad por la humedad, ni olor a orina», ha dicho en declaraciones a Efe.

Los resultados del estudio de validación hecho en la Fundación Puigvert indican que el 95% de las participantes del estudio valoró como buena la capacidad de absorción y la transpirabilidad, el 90% la eliminación del mal olor, y tres de cada cuatro valoró positivamente como características la sensación de sequedad, la buena adaptación al cuerpo y la comodidad.

Tras este estudio, las bragas 'Stopiu' se empezarán a comercializar en las próximas semanas fruto del acuerdo de la empresa Goher Textil Calella de Hostalric (Girona) con otras empresas industriales especializadas.

Según datos publicados por la Asociación Europea de Urología (EAU, por sus siglas en inglés) durante la Urology Week 2021, una de cada 5 personas sufre algún tipo de incontinencia urinaria, y un 36% no busca ayuda profesional pensando que el problema se solucionará por sí solo.

Según los urólogos de la Fundación Puigvert, los tabús y las campañas de marketing lanzadas para solucionar las pérdidas de orina han «normalizado» el hecho de que una mujer a cierta edad deba sufrir de incontinencia.

«Esto provoca que las mujeres no busquen ayuda profesional y haya un infradiagnóstico de la incontinencia, lo que provoca que, cuando las pacientes consultan el problema, ya ha empeorado y las alternativas terapéuticas sean más limitadas», ha advertido Franquet, que pide «desestigmatizar» la incontinencia.