Guerra Ucrania
Cinco mil kilómetros de viaje para salvar una treintena de perros de Ucrania
Una protectora barcelonesa se ofreció a propietarios ucranianos de mascotas que quisieran sacarlas del país
Albert Beigbeder, un técnico comercial de 48 años que dirige la protectora de animales Aria Rescate, acaba de regresar de la frontera entre Ucrania y Polonia, 5.000 kilómetros de ida y vuelta, adonde fue para rescatar a una treintena de perros, alguno de ellos con problemas de movilidad.
Beigbeder ha explicado a Efe que también ha aprovechado el viaje para traer desde Medyka (Polonia) a dos madres, con tres hijas en total, que ya se han instalado con su familiares en Girona.
«La idea de ir a buscar perros que estaban en las protectoras ucranianas nació de distintas entidades animalistas de Málaga, que informaron a Aria Rescate de la opción de viajar a la frontera con una furgoneta con 9 plazas para personas habilitada para el transporte de una cuarentena de animales domésticos», ha señalado Beigbeder.
«Desconocíamos cuál era la situación de los perros en Ucrania, pero teníamos miedo de que no los dejaran subirse a los trenes con sus dueños para abandonar el país, así que decidimos ir con la furgoneta para rescatar a todos los que pudiésemos», ha indicado.
Junto con él han viajado tres miembros de la protectora, que también han llevado a Medyka pienso para perros y material veterinario.
Contactando con voluntarios de la frontera, dieron con dos familias ucranianas -dos madres, una con dos hijas y otra con una- que se encontraban en un centro de refugiados en Korczowa (Polonia) y que querían llegar a Girona para instalarse con un familiar que podía hacerse cargo de todas ellas mientras durara el conflicto.
«Al principio, estaban muy calladas. Al fin y al cabo, se vieron obligadas a fiarse de desconocidos para huir de su país, pero cogimos confianza comunicándonos con ellas a través del traductor de Google y de una de las hijas, que hablaba un poco de inglés», ha revelado el director de Aria Rescate.
Los maridos de ambas mujeres tuvieron que quedarse en Ucrania para defender el país y porque el gobierno ucraniano les prohíbe salir.
El trayecto, que duró dos días de ida y dos de vuelta, supuso un gran desgaste físico y anímico para los miembros de las protectoras, que tuvieron que asumir riesgos para llegar lo antes posible a su destino.
«El viaje fue una paliza, especialmente el segundo día, en el que veíamos que no llegábamos y tuvimos que conducir durante 16 horas sin parar», recuerda Beigbeder, que dirige Aria Rescate desde su fundación en Barcelona en 2016.
Una vez llegaron a Medyka, esperaban recoger a perros de la protectora polaca, pero les avisaron de las dificultades de llevarlo a cabo, puesto que los perros deberían pasar un período largo de cuarentena.
Cuando recibieron la noticia -que, en parte, ya esperaban- movieron hilos para contactar con ucranianos que quisieran sacar a sus perros del país, y una chica con cuatro perros paralíticos y diversos gatos fue la primera en pedir ayuda.
«El viaje de vuelta con los animales también fue complejo, porque uno de ellos, al tener la movilidad afectada, necesitaba que le provocaran la orina apretándole la vejiga, y otro tenía problemas para controlar las heces», ha dicho el presidente de Aria Rescate, que tiene sedes en Barcelona, Sevilla y Algeciras.
Una vez llegaron a España, se dirigieron a Madrid para entregar algunos de los animales a una protectora especializada en perros con parálisis llamada 'Bichos Raros', aunque para cumplir con los protocolos sanitarios deben pasar más de un mes en cuarentena, porque en Ucrania la rabia canina está muy extendida.
Cuando terminen la cuarentena, los perros pasarán por un proceso de analíticas y vacunaciones que aseguren su bienestar sanitario, y más tarde la protectora intentará darlos en adopción.
«Algunas personas nos han criticado por traer perros con el abandono tan grande que hay en España, ¿dónde ponemos los límites morales? Al final, siempre habrá críticas, así que nos guiamos por lo que nosotros creemos que es correcto», ha reflexionado Beigbeder.
La asociación Aria Rescate, que se fundó en 2016 con el objetivo de rescatar a perros miedosos -los que no se dejan coger y viven durante meses en la calle-, es una protectora de animales cuyas acciones principales son los rescates, las charlas y una vez al año recorren España para ayudar a protectoras de animales de todo el país.
La asociación usa la herramienta online Teaming, a través de la cual recibe microdonaciones de 1 euro al mes por socio para sostener el proyecto. Actualmente, cuentan con 270 'teamers' y más de 15.000 euros recaudados desde su fundación.