Un fármaco usado contra el VIH mejora la capacidad cognitiva en un modelo de ratón de síndrome de Down
Un estudio del IrsiCaixa y el CRG apunta a los segmentos de ADN denominados retrotransposones como posible diana terapéutica
Un fármaco antirretroviral de uso común para el tratamiento del VIH mejora la capacidad cognitiva de un modelo de ratón con síndrome de Down, según un estudio del Centro de Regulación Genómica (CRG) y el Instituto de Investigación del Sida (IrsiCaixa). Se trata de la lamivudina. El estudio sitúa los retrotransposones como posible diana terapéutica de interés para el síndrome de Down. Estos son segmentos de ADN que cambian su ubicación dentro del genoma. Para conseguirlo, crean copias de ARN de sí mismos para salir de la zona del genoma donde están ubicados y convertirse de nuevo en ADN para poder volver a insertarse al genoma pero en otro lugar. El estudio muestra resultados positivos en ratones pero hacen falta estudios clínicos para confirmarlo en seres humanos.
Los retrotransposones presentan algunas similitudes con el VIH ya que, igual que este virus, necesitan pasar de ADN a ARN, y a la inversa, para hacer copias. De esta manera, los investigadores se plantearon la hipótesis que el uso de moléculas capaces de inhibir la replicación del VIH también podría funcionar para bloquear los retrotransposones.
Tanto el VIH como los retrotransposones necesitan la misma molécula para hacer copias de sí mismos: la enzima transcriptasa inversa, apunta el director de IrsiCaixa, Bonaventura Clotet. Añade que la comunidad científica había demostrado que la lamivudina, un inhibidor de esta enzima que ya se utiliza contra el VIH, disminuía la activación de los retrotransposones en ratones de edad avanzada. Por eso, plantearon que su uso fuera útil para contrarrestar el deterioro cognitivo asociado al síndrome de Down.
Mejora de las capacidades cognitivas
Para demostrarlo, los investigadores trabajaron con ratones Ts65Dn, el modelo animal de síndrome de Down más estudiado hasta ahora. Durante cuatro meses, un grupo de ratones fue tratado con lamivudina, mientras que el otro se utilizó como control y únicamente recibió agua. A continuación, se hicieron varios experimentos de comportamiento diseñados para comprobar la actividad locomotora, la memoria de reconocimiento y la ansiedad. Los resultados revelaron que los ratones que recibían lamivudina mostraban mejores capacidades cognitivas. Así, plantean la hipótesis que los beneficios observados gracias a este fármaco podrían ser consecuencia de su efecto sobre unas o más variantes de la proteína precursora amiloide (APP), especialmente relevante en el Alzhéimer y cuyo gen se encuentra en el cromosoma 21 de las personas con síndrome de Down. Estas tienen más riesgo de sufrir Alzheimer.
La lamivudina es un medicamento de prescripción aprobado por las autoridades médicas de los Estados Unidos y la Unión Europea para el tratamiento de la infección por VIH en adultos y niños. El equipo investigador plantea que el paso siguiente sea hacer ensayos clínicos con el fármaco en personas con síndrome de Down y enfermedad de Alzheimer.
La investigadora del CRG y coautora del estudio, Mara Dierssen, ha afirmado que el estudio es un paso más en la línea de conseguir tratamientos farmacológicos que ayuden de forma consistente a mejorar las funciones de memoria, atención y lenguaje en personas con síndrome de Down.