Incendios Forestales
Cataluña sufre el peor año desde 2012, con 6.543 hectáreas quemadas
Durante ese año, las llamas afectaron 17.922 hectáreas
Cataluña está afrontando uno de los veranos más complicados del último decenio en la lucha contra el fuego y ya ha sufrido en lo que va de año un total de 459 incendios forestales que han afectado a 6.543 hectáreas, la peor cifra desde que en 2012 las llamas arrasaron 17.922 hectáreas.
Según datos de los Agentes Rurales consultadas por Efe, pese a que la temporada forestal de 2022 aún está activa -y con todas las alertas activadas por las dos olas de calor encadenadas en las últimas dos semanas-, en lo que llevamos de año ya ha habido más hectáreas afectadas que en cada curso a partir de 2012.
Buena parte de culpa de ello la tienen la simultaneidad de incendios de la primera quincena de junio y el gran fuego del Pont de Vilomara, en la comarca barcelonesa del Bages, que ha calcinado 1.743 hectáreas, de ellas 449,69 en el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac, y que, según la principal hipótesis con la que trabajan los Agentes Rurales, fue intencionado.
En declaraciones a Efe, el inspector jefe del cuerpo de los Agentes Rurales, Antoni Mur, ha advertido de que, con el cambio climático, todo apunta a que los veranos serán cada vez más complicados, por lo que, si persiste la sequía acumulada y las condiciones meteorológicas extremas, se tendrán que seguir tomando medidas como las actuales restricciones, ya que nueve de cada diez incendios los causa la actividad humana.
En este sentido, ha destacado que, si hace una década había de media una campaña de incendios complicada cada cinco años, en el último quinquenio en Cataluña ha habido tres: la de 2019, la de 2021 y esta.
La comparativa desde 2012
El último año peor que el actual en Cataluña fue 2012, cuando se registraron 747 incendios que quemaron 17.992 hectáreas -de ellas 15.025 forestales-, empujadas por el trágico incendio de La Jonquera (Girona), del que ayer se cumplieron diez años, que afectó a 10.476 hectáreas.
Este gran incendio, que se expandió durante días en un radio de 18 municipios, causó la muerte a cuatro personas, algunas de ellas por quemaduras y otras porque se tiraron al mar por un acantilado cuando trataban de huir de las llamas.
Únicamente en 2019 se superaron como ahora las 6.000 hectáreas, en ese caso con 6.030 -de ellas 4.838 forestales-, en 545 incendios.Tras un año complicado, en 2020, un curso marcado por las restricciones por la pandemia del coronavirus, las cifras bajaron a mínimos: 289 incendios, con 209 hectáreas.
Finalmente, el pasado año ya se detectó una tendencia al alza, con 607 incendios que arrasaron 3.050 hectáreas, de las cuales 2.422 eran forestales. Entre los incendios del pasado año, el de la Conca de Barberà (Tarragona) calcinó 1.702 hectáreas -una cifra parecida a la de Pont de Vilomara de este año- y se situó entre los seis peores desde 2005.