Arqueología
Un millar de restos en el Abric Romaní
Las excavaciones han permitido recuperar partes de herramientas de piedra, restos animales y una decena de hogares que usaban en la vida cotidiana los neardentals
Las excavaciones en el Abric Romaní de este año han permitido recuperar un millar de restos entre herramientas de piedra, restos animales y una decena de hogares correspondientes a la vida cotidiana de los neandertales que habitaban allí ahora hace 60.000 años.
El grupo de 27 arqueólogos que han trabajado, bajo la dirección del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES-CERCA) y el Área de Prehistoria de la Universidad Rovira i Virgili, lo han hecho con el objetivo de seguir excavando en extensión el nivel R. El estrato corresponde a un campamento especializado en la caza de ciervos donde en la campaña del año pasado se recuperó por primera vez en la historia del yacimiento los restos parciales de un cráneo de neandertal de la época.
El estrato que han excavado es uno de los más singulares de los que se han intervenido en los últimos años, explican desde el IPHES, ya que corresponde al final de un periodo glacial. Se trata del momento más frío documentado hasta ahora en el depósito de más de diez metros de profundidad excavado en el Abric Romaní. Se han localizado los restos de como mínimo cuatro ciervos macho, de los cuales tres se han encontrado apilados en una misma área, fragmentos de cuerno y otros elementos de esqueletos.
Esta ocupación se dio durante el otoño, ya que los cuatro animales presentan astas de grandes proporciones, ya que les suelen caer en otoño o a principios de invierno. Derramados por toda la superficie se han localizado los restos del esqueleto postcranial de los mismos animales que fueron fracturados por los neandertales. Los rompían para obtener el tuétano, un nutriente que era fuente de grasa y proteínas para las poblaciones cazadoras y recolectoras prehistóricas.
Los fragmento de herramientas de piedra que se han identificado también son numerosas. Están elaboradas principalmente sobre sílex local, pero también sobre cuarzo, caliza y arenisca como materias primas predominantes. «Hemos observado una gran diversidad de métodos de talla utilizados y, además, hay un gran número de restos retocados, que son exclusivamente denticulados, herramientas de piedra con bordes similares a los cuchillos actuales de sierra», explica Gema Chacón, codirectora de la excavación.
Josep Vallverdú, codirector de la excavación, afirma que «este año se han extraído y preparado para su conservación los negativos de madera descubiertos en los años anteriores, algunos de los cuales se plantea la posibilidad de que se trate de herramientas elaboradas. Habrá que esperar que acaben los trabajos de conservación y restauración para confirmar o no esta hipótesis.
El alto contenido de carbonato cálcico en el agua de la zona de Capellades hizo que los elementos vegetales quedaran rodeados del carbonato y una vez la materia orgánica se podría se conservaba la huella de la rama o tronco. La codirectora Palmira Saladié dice que la conservación de estos negativos de madera «es uno de los rasgos más singulares del Abric Romaní, ya que las herramientas elaboradas con este material son escasas en el registro fósil del paleolítico del mundo».