Cataluña y California lideran una alianza para mitigar el cambio climático en los territorios de clima mediterráneo
Una quincena de regiones de todo el mundo se adhieren a la Asociación de Acción Mediterránea por el Clima
El consejero|conseller de Acción Climática, David Mascort, durante la presentación del acuerdo para crear la Asociación de Acción Mediterránea por|para el Clima.
El consejero de Acción Climática, David Mascort, ha firmado a la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas (COP28) celebrada en Dubái (Emiratos Árabes) un compromiso con California para la creación de la Asociación de Acción Mediterránea por el Clima (MCAP). Representantes de una quincena de regiones de clima mediterráneo de África, Australia, Europa y América ya se han adherido a la alianza, que reconoce la necesidad común de colaborar, compartir conocimientos y darse apoyo mutuamente para actuar ante el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Los gobiernos de Cataluña y California trabajan desde hace un año para impulsar el proyecto.
El objetivo común es mantenerse por debajo del límite de aumento de temperatura de 1,5 grados y proteger y gestionar eficazmente las áreas naturales así como restaurar como mínimo el 30% de los ecosistemas degradados el año 2030. En este sentido, el ejecutivo insiste en dejar de lado la perspectiva de los límites administrativos y apostar por una perspectiva bio-regional para alcanzar los compromisos del Acuerdo de París del año 2015 y del Marco Global de la Biodiversidad de Kunming-Montreal del 2022. MCAP contará con el apoyo de un secretariado liderado por Resilient Cities Catalyst, una organización internacional sin ánimo de lucro con oficinas en Nueva York (EE.UU.) y Atenas (Grecia).
David Mascort se ha mostrado convencido de que este acuerdo contribuirá a acelerar la consecución de los objetivos climáticos fijados. «Hay que garantizar las oportunidades de vida para todo el mundo y los efectos del cambio climático son una amenaza real para estas oportunidades», ha avisado Mascort de que ha remarcado que el tiempo se ha agotado.
Ha detallado que todas las regiones que forman parte del acuerdo comparten «desafíos comunes» como las temperaturas extremas que se han alcanzado en las biorregiones mediterráneas en los últimos tiempos o los efectos del cambio climático que han impactado en la vida de los ciudadanos con sequías persistentes o grandes incendios forestales. Desde su punto de vista estos territorios tienen un papel clave para resolver la brecha entre los objetivos y la acción. «Somos los que podemos ejecutar mejor la hoja de ruta institucional de forma ágil y efectiva», ha valorado.
Mascort ha apostado por trabajar conjuntamente para situar la agenda mediterránea en la agenda climática global y también para diseñar acciones conjuntas para implementar medidas que permitan resolver problemáticas comunes. En este sentido, ha pedido poner el foco en cuestiones esenciales para velar por la salud de las personas, revertir la pérdida de biodiversidad y prevenir los grandes incendios forestales. «Tenemos que conectar la evidencia científica en nuestra acción institucional o adquirir las competencias que nos permitan ser más resilientes», ha señalado. En este contexto, ha puesto como ejemplo los cambios estructurales que Cataluña está adoptando para poder afrontar la sequía persistente que hace más de 37 meses que dura.
Unas regiones con una elevada vulnerabilidad
Les biorregiones mediterráneas cubren cuatro millones de kilómetros cuadrados, el 2% de la superficie total, en la cuenca del Mediterráneo, California, Chile, Sudáfrica y Australia. Un informe de la Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) del 2022 indica que estas regiones son puntos calientes de biodiversidad, pero también representan el segundo nivel más bajo de protección del suelo entre los biomas terrestres. Además, tienen la tasa más alta de pérdida de biodiversidad y son muy sensibles al efecto combinado de los motores que provocan el cambio global.
Aparte, el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) afirma que las regiones mediterráneas se calientan un 20% más rápidamente que la media mundial y son una zona con una alta vulnerabilidad. La sequía, las olas de calor extrema y el aumento del nivel del mar son efectos ya evidentes que se incrementarán los próximos años si no se actúa. Este informe señala la necesidad de una gobernanza efectiva a varios niveles, la alineación de políticas e incentivos, y el fortalecimiento de la capacidad de adaptación de los gobiernos locales y regionales con apoyo institucional y financiero.