El puente arranca con los establecimientos de turismo rural llenos y las estaciones de esquí pendientes del tiempo

El puente de la Constitución arranca con los establecimientos de turismo rural prácticamente llenos y con muy buenas previsiones para las estaciones de esquí y el Pirineo, a la espera que se confirmen los pronósticos que apuntan a un descenso de las temperaturas.

La portavoz de la Confederación del Turismo Rural y Agroturismo de Cataluña (Turalcat), Montse Coberó, ha explicado que la gran demanda de casas rurales que hay en estas fechas subirá la ocupación hasta el 90% o el 100%. Estos establecimientos también se llenan con motivo de la celebración de fin de año, ya que la gente empezó a reservar después de las vacaciones del verano.

Aunque la temporada estival no ha sido tan buena como el año anterior, ya que mucha gente volvió a viajar al extranjero con el retorno a la normalidad después de las pandemias, el puente de la Constitución se confirma como una de las mejores fechas para el sector.

Estaciones de esquí pendientes del tiempo

Otra de las estrellas del puente suelen ser las estaciones de esquí, ya que estas fechas suponen el pistoletazo de salida para al inicio de la temporada. El portavoz de la Asociación Catalana de Estaciones de Esquí, Joaquim Alsina, ha explicado en EFE que espera que se llene de esquiadores, pero al final «quién manda no sólo es el frío que hace, sino cuando lo hace».

De hecho, las reservas hoteleras están por encima de las del año pasado, tanto por el puente como por Navidad y enero, pero siempre «con la incertidumbre de qué tiempo hará». En este sentido, Alsina reconoce que la temporada hacía años «que no empezaba tan mal», aunque la respuesta a la apertura de Baqueira el fin de semana pasado fue «muy buena y hay ganas de esquiar». «Todos somos optimistas, pero manda el tiempo», ha insistido, y ha mostrado su esperanza de que se cumplan las previsiones que apuntan a un descenso de las temperaturas estos días.

El presidente de la Federación de Hostelería de Lleida, Josep Castellarnau, espera una ocupación medio en los hoteles del Pirineo de entre el 70% y el 80%, dependiendo de la proximidad de las pistas, aunque el viernes y sábado estarán prácticamente llenos y se puede situar entre el 90 y el 100%. «La gente mira el tiempo que hace y el bolsillo», ha señalado a EFE Castellarnau, aunque cree que «hay fechas claves en que la crisis no se nota».

Cada estación tiene su público y, como en este puente sólo es fiesta en España, la Vall d'Aran se llenará de españoles, muchos de Madrid y del País Vasco. En el Pallars, habrá más catalanes que vendrán con Ferrocarrils y Lleida recibirá a más visitantes de Barcelona o Tarragona.

La mayoría de hoteles en la costa están cerrados

En la costa, la situación es diferente porque durante el puente de la Constitución la gente tiende a ir hacia la montaña y la mayoría de los hoteles están cerrados.

En declaraciones en EFE, el portavoz de la Federación de Hostelería y Turismo de la provincia de Tarragona, Xavier Guardià, ha señalado que el puente «se presenta bien» aunque sólo están abiertos en torno al 20% de los alojamientos de la zona.

Los visitantes llegarán mayoritariamente atraídos por Puerto Aventura y las diferentes excursiones que ofrece la zona, como las Tierras del Ebro o Prades, de manera que se prevé que los alojamientos abiertos puedan tener una ocupación en torno al 80%. También se espera un cliente familiar y principalmente de Barcelona, Lleida, Valencia, la Rioja, Navarra o el País Vasco, muchos de los que tienen segunda residencia en la zona.

Según Guardià, en general, el año está siendo bueno y «cada día está más cerca de alcanzar las cifras prepandemia», a pesar del paro que hubo en junio y en julio, quizás motivada «por el buen tiempo que hacía en Europa», que retrasó la llegada de visitantes.

La gerente de Costa Brava Centro, Judit Lloberol, también ha destacado en EFE que el porcentaje de establecimientos abiertos es muy bajo, «no más del 20%» y en ellos la ocupación rondará el 50%, aunque, si hace buen tiempo, mucha gente acudirá a sus segundas residencias, cosa que podría llenar los restaurantes y tiendas de la zona.

El de la Constitución tampoco es un buen puente para los hoteleros de Barcelona, porque es una festividad nacional y el 85% del turismo de la ciudad es internacional. Aunque Barcelona se llenará de gente de los alrededores que vendrá a pasar el día y a mirar tiendas, estos visitantes no pernoctan en la ciudad.

De hecho, el director general del Gremio de Hoteles de Barcelona, Manel Casals, ha explicado que el puente suele ser el inicio de la temporada de invierno, que son los meses de menor ocupación en la ciudad hasta finales de enero, justo antes empezar los grandes congresos, como el ISE o el Mobile.