Los archiveros catalanes denuncian la destrucción de patrimonio documental en Palestina
Denuncian que la quema de los archivos significa «la destrucción de la historia y los derechos del pueblo palestino»
La Asociación de Profesionales de la Archivística y la Gestión de Documentos de Catalunya (AAC) ha denunciado la destrucción de patrimonio documental con los bombardeos israelíes en Palestina.
La asociación expresa en un comunicado su «profundo rechazo ante cualquier ataque o destrucción del patrimonio documental de cualquier país, nación o territorio» ya que, incide, «los archivos son memoria, son derechos y son futuro».
La entidad indica que su código deontológico, y también el del organismo internacional de archivos ICA, le obliga «a velar justamente por la integridad de los fondos documentales porque constituyen un testimonio fidedigno del pasado y del futuro de un territorio», y que la Declaración Universal de los Archivos (DUA) defiende el acceso libre a los mismos para «enriquecer» el conocimiento de la sociedad.
Por ello, la entidad denuncia «el ataque del Estado de Israel, ya que más allá de los intereses políticos y territoriales que han movido el conflicto con Hamás, ninguna acción justifica la quema o destrucción de los archivos, lo que es la quema y destrucción de la historia y los derechos del pueblo palestino».
«Pedimos -agrega el comunicado- el posicionamiento público, firme y claro en contra de este hecho por parte de los gobiernos correspondientes y por parte de la UNESCO y de la ICA, asumiendo la situación como crítica en relación con el patrimonio documental, incluyéndola en las actas necesarias de reparación».
La asociación destaca que «es en entornos de conflicto donde más se debe velar para que se respeten estos principios, y más por parte de aquellos que tienen responsabilidad directa en los hechos que pueden afectar a la integridad y existencia».
Destrucción patrimonial
La guerra también ha afectado a edificios de gran importancia histórica para el pueblo palestino. El pasado viernes se produjo la destrucción de dos de les mezquitas mas antiguas de la Franja de Gaza, Al-Omari y Otman Bin Qashqar.
En respuesta a estos ataques, el ayuntamiento de Gaza pidió a la UNESCO que intervenga y condene «los actos de la ocupación contra los símbolos, hitos y patrimonio» palestinos.