Una misión de la Eurocámara cuestionada por su «sesgo político» visita Cataluña para analizar la inmersión lingüística
Los eurodiputados se reunirán con familias, maestros, sociedad civil, la judicatura y Educación y visitarán dos escuelas
La misión del comité de Peticiones del Parlamento Europeo encargada de analizar el sistema de inmersión lingüística será del lunes al miércoles en Cataluña para reunirse con las asociaciones que han cuestionado el sistema, con familias, maestros, la sociedad civil, representantes de la judicatura o la consejera de Educación Anna Simó, entre otros. Además, el martes visitarán dos escuelas del Prat de Llobregat: el Centro de Educación Especial Can Rigol y el Instituto Salvador Dalí, donde se aplica el 25% de clases en castellano. Los eurodiputados de los grupos socialdemócrata, los Verdes y la Izquierda Unitaria han boicoteado abiertamente la misión para denunciar su «sesgo político» y no envían miembros de forma oficial, sino sólo como «acompañantes».
Hace tiempo que socialdemócratas, verdes, la izquierda unitaria y Juntos, que está a los no-adscritos, denuncian en el Parlamento Europeo que la presidenta de Peticiones, Dolors Montserrat, hace un «uso partidista» del comité, especialmente en temas relacionados con la lengua catalana o la situación interna en el Estado español. De hecho, ya en el 2020 varios eurodiputados enviaron una carta al entonces presidente de la cámara, David Sassoli, para denunciar esta situación.
Este pasado mes de febrero, varios miembros del Parlamento Europeo también decidieron abandonar la sala del comité de Peticiones durante un debate sobre la inmersión para denunciar que estaba sesgado, y que sólo comparecen expertos de parte. Durante la discusión, algunos de estos expertos pidieron aplicar un «155 educativo» y dijeron que se estaba «persiguiendo» a los castellanohablantes.
El propio Gobierno de la Generalitat ha denunciado en más de una ocasión que la comisión «está siendo manipulada con finalidades partidistas» y con debates que no respondan a argumentos ni pedagógicos ni lingüísticos». El viernes,Plataforma per la Llengua envió una carta a la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, para quejarse del uso «partidista» que Montserrat hace de la comisión de Peticiones.
Un expediente abierto desde el 2017
Los partidos que abiertamente critican la misión insisten que la petición contra la inmersión lingüística en Cataluña, que se abrió en el 2017 a raíz de una queja de la Assemblea por una Escuela Bilingüe (AEB), ya se tendría que haber cerrado porque, cómo la propia Comisión Europea ha reconocido en las diversas ocasiones en que ha intervenido a Peticiones por este caso, no tiene «competencias en este ámbito».
En estos más de cinco años el AEB ha aportado documentación, testimonios y pruebas que, según asegura, «demuestran la exclusión del español en las aulas catalanas y las perjudiciales consecuencias para la formación de los alumnos catalanes».
El AEB también denuncia que no se cumplen las sentencias y que «la discriminación de los castellanohablantes en Cataluña es contraria a los principios de no discriminación en razón de lengua» y vulnera el respeto a la diversidad cultural y lingüística de la Unión Europea. Además, también argumenta que la inmersión supone una restricción a la libertad de circulación de los niños y de sus familias dentro del Estado.
Cuando se confirmó que se haría la visita a Cataluña, el AEB aseguró que confiaba en que sirviera como a «punto de inflexión» para acabar con el modelo de inmersión lingüística obligatoria en catalán. «Estamos seguros de que los resultados y recomendaciones confirmarán el carácter perjudicial, injusto e ilegal del sistema educativo catalán que se basa en la exclusión del castellano, lengua mayoritaria de los catalanes, en la escuela desde hace más de tres décadas», dijo el AEB.
Los detalles de la visita
Ahora, fuentes de los Verdes denuncian que la agenda de reuniones de la misión de esta semana en Cataluña tampoco está «equilibrada» porque sólo se visitan dos centros del Baix Llobregat con una realidad muy específica.
La misión empieza el lunes por la tarde con reuniones con los peticionarios de la Assemblea por una Escuela Bilingüe que llevaron la situación de la inmersión lingüística a la Eurocámara en el 2017, y con padres «afectados» por el modelo de enseñanza en Cataluña.
Aquel mismo día, la misión de eurodiputados también se reunirá con Iolanda Segura, del sindicato de maestros USTEC-STEs.
Al día siguiente, el martes, la delegación del comité de Peticiones se reunirá con el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), José María Barrientos, y visitará las dos escuelas del Baix Llobregat seleccionadas.
Por la tarde se reunirán con la Fundación Bofill y la asociación Docentes Libres, y mantendrán una reunión con la consejera|consellera de Educación, Anna Simó, el Consejo Escolar o la Inspección, entre otros.
El miércoles, los eurodiputados mantendrán reuniones en la ’Oficina del Síndic de Greuges y harán una rueda de prensa para valorar el conjunto de la visita.
La delegación oficial: populares, liberales y ultras
La delegación de eurodiputados que estará en Cataluña incluye 12 miembros pero sólo seis son oficialmente de la misión del comité de Peticiones, y la mayoría son de la derecha, la ultraderecha o el grupo liberal.
La presidenta de la delegación es Yana Toom, liberal de Estonia, que irá acompañada del popular alemán Peter Jahr; el también popular polaco Jaroslaw Duda; otro polaco del partido ultranacionalista Ley y Justicia, Kosma Zlotowski; una eurodiputada francesa del partido de Marine Le Pen, Virginie Joron, y la italiana del Movimiento Cinc Estrelles Maria Angela Danzi.
Los otros seis son eurodiputados que irán como acompañantes en la misión son todos del Estado español: la presidenta del comité de Peticiones, la popular Dolors Montserrat; la también eurodiputada del PP Rocía Estaràs; la socialista Cristina Maestre; Maite Pagazaurtundúa, de Cs; Diana Riba, de ERC; y Jorge Buxadé, de Vox. Como acompañantes, estos eurodiputados no pueden participar oficialmente de las ruedas de prensa y los informes de la delegación, pero sí hacer propios.