Los Bomberos de la Generalitat atendieron 83.053 servicios durante el 2023, un 6,41% más
El mayor número de actuaciones corresponde a los salvamentos en medios naturales y entornos urbanos
Los Bomberos de la Generalitat trabajaron el año pasado en 83.053 servicios por toda Cataluña, un 6,41% más que al cierre del 2022, cuando se efectuaron 78.050. Según ha informado el cuerpo de emergencias en un comunicado, el mayor número de actuaciones corresponde a los salvamentos, tanto en el medio natural como en entornos urbanos, como por ejemplo aperturas de ascensor, búsqueda, guías o acompañamientos, con un total de 18.787 servicios. El segundo gran grupo de servicios correspondió a los incendios urbanos, con 15.688 actuaciones en incendios de vivienda, de industria, de contenedores de residuos y de vehículos, entre otros.
En tercer lugar, fueron las asistencias técnicas, con 11.379 actuaciones, que incluyen edificaciones, la actuación en inundaciones o en temporales por viento y el salvamento de bienes; seguido de servicios relacionados con la movilidad (10.878 actuaciones) por accidentes de tráfico, limpiezas de calzada y accidentes de todo tipo de transportes. Los Bomberos han destacado que en este último tipo de actuaciones se han incrementado notablemente, con casi 1.100 actuaciones más.
Por otra parte en el medio natural se llevaron a cabo 2.152 durante el año pasado, la mayoría de los cuales salvamentos y/o rescates de montaña, con un repunte en los meses de julio y agosto. Se trata de una tendencia al alza si se compara con el año anterior (1.857) y el 2021 (1.954).
Por lo que hace los incendios de vegetación agrícola, forestal y urbana se atendieron 5.769 servicios, en los que se observó el efecto de la sequía acumulada durante los meses más secos, como marzo y en abril, cuando se observó un incremento notable de servías en relación al 2022. En cambio en junio, fue un mes bastante más húmedo, y los servicios se redujeron prácticamente a la mitad en comparación con el 2022.
Por último, los Bomberos avisan de que el año empieza con una situación complicada a medida que los días se vayan alargando y las temperaturas vuelvan a subir, factores que favorecen un riesgo de incendio que se ha desestacionalizado y que va más allá de la campaña forestal.