Judicial
El acusado de violar a una menor con discapacidad en Lleida reconoce los hechos y dice que está «arrepentido»
La Fiscalía rebaja la petición de prisión de 17 a 8 años después de que el joven haya admitido que agredió y robó a la joven
El acusado de violar a una chica con discapacidad en Lleida el 13 diciembre del 2020 y de robarle el móvil para que no lo explicara ha reconocido los hechos en el juicio celebrado este jueves en la Audiencia de Lleida. La fiscalía, que pedía inicialmente 17 años de prisión, ha rebajado la pena a 8 años, 7 por agresión sexual y 1 por robo con violencia e intimidación, después de que el joven haya reconocido los hechos y se haya mostrado «arrepentido».
El ministerio público también ha valorado que el joven, en prisión preventiva desde enero de 2023, haya consignado 50 euros de responsabilidad civil. El joven y la víctima quedaron en la canalización del río Segre en Lleida. Fueron a un lugar apartado donde la violó y al marcharse le robó el móvil y amenazó.
La fiscalía ha rebajado a la mitad la petición de pena de prisión por el delito de agresión sexual, que ha pasado de 14 a 7 años, mientras que en el caso del delito de robo con violencia e intimidación ha solicitado para el acusado 1 año de condena en vez de los 3 que proponía inicialmente. La defensa ha aceptado la rebaja de prisión de la fiscalía.
El acusado, que en el momento de los hechos tenía 20 años, y la víctima se conocieron por internet. El 13 de diciembre del 2020 quedaron para verse en persona y fueron a la canalización del río Segre. El ministerio público defiende que el joven se aprovechó de la discapacidad mental de la chica para llevarla a una zona apartada. Una vez allí, la fiscalía añade que le bajó los pantalones y la ropa interior y la penetró aunque ella le pedía que parara. Después de agredirla, se marchó del lugar con el teléfono móvil de la víctima.
En un primer momento, el acusado negó conocer a la chica, aunque la investigación de los Mossos d'Esquadra permitió señalarlo como principal sospechoso. Agentes que participaron en la investigación han explicado en el juicio que en el lugar donde se produjo la agresión encontraron una marca de calzado que coincidía con los zapatos del joven y que también encontró ADN suyo en las bragas de la víctima. El joven ingresó en prisión en enero del 2023.