Salud
Neumólogos catalanes piden que se agilice el Plan antitabaco que prohibiría fumar y vapear en las terrazas
Avisan de que los cigarrillos electrónicos son la puerta de entrada al tabaquismo de los jóvenes
La Sociedad Catalana de Neumología (SOCAP) y la Barcelona Respiratory Network (BRN) han pedido en el ministerio de Sanidad y a la Generalitat que agilicen el nuevo Plan antitabaco que pretende ampliar los espacios libres de humo en las terrazas, las playas o los coches, en presencia de menores y embarazadas. Los expertos han afirmado que hay suficiente evidencia científica que avala que la medida contribuiría a mejorar la salud de los ciudadanos. Asimismo, han asegurado que también están probados los efectos perjudiciales de los vapeadores en la salud de sus usuarios y en la de los fumadores pasivos. En esta línea, han asegurado que se ha demostrado que estos elementos son la puerta de entrada al tabaquismo de los jóvenes.
Los expertos han revelado que contando sólo doce países, entre ellos España, más de 8,3 millones de personas utilizan cigarrillos electrónicos en Europa. Han indicado que de acuerdo con la encuesta TackSHS Survey, hecha en más de 11.000 ciudadanos de más de 15 años y publicada en ‘Journal of Epidemiology’, la mayoría de los usuarios también fuman cigarrillos convencionales, utilizan cigarrillos electrónicos con nicotina y cigarrillos electrónicos en zonas interiores libres de humo.
En concreto, el estudio ha señalado que el 65,1% utiliza el cigarrillo electrónico en al menos un ambiente interior donde está prohibido fumar; en particular, en los puestos de trabajo (34,9%) y bares y restaurantes (41,5%). Del estudio también se desprende que los jóvenes y los adolescentes son el grupo más vulnerable a empezar a fumar.
Los especialistas han alertado que en la actualidad el número de fumadores en espacios públicos abiertos ha aumentado y, como consecuencia, "se ha producido una pérdida de la calidad del aire respirado, incrementándose la concentración de partículas y de otros agentes contaminantes, afectando a la salud de trabajadores y clientes de estos espacios".
Así, han señalado que el humo del tabaco aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, respiratorias e infecciones respiratorias. Además, han remarcado que es un excelente vehículo de transmisión de partículas virales que puede favorecer la transmisión de la covid. Aparte, han avisado de que la exposición al humo de tabaco ajeno aumenta significativamente el riesgo de desarrollar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica en personas con una exposición breve y en mujeres.
También han recordado que el vapor de los cigarrillos electrónicos que contiene nicotina aumenta la permeabilidad endotelial pulmonar, induce inflamación y provoca alteraciones de las vías respiratorias y del parénquima. Además, han asegurado que los compuestos de los e-cigarrillo han sido detectados en sangre del cordón umbilical y en la leche materna en no usuarias expuestas.
En esta línea, han afirmado que el apoyo público para ampliar los espacios sin humo en zonas semiprivadas, más allá de los centros de trabajo o los espacios públicos, es alto, especialmente cuando se trata de lugares frecuentados por niños como los automóviles privados, los parques infantiles y los recintos escolares.
Puerta de entrada en el tabaco en jóvenes
Por otra parte, han subrayado que vaporear puede animar las personas a empezar a fumar, aumentar la dependencia o dificultar el abandono de los vapeadores. “Al legislar sobre el vapeo, hace falta insistir en que este no es inocuo para la salud y sobre todo insistir en que no es un método para dejar de fumar", han considerado los neumólogos que han explicado que actualmente existen fármacos seguros y eficaces para la deshabituación tabaquica.
Sobre este tema, han remarcado que varios estudios internacionales y de ámbito estatal han demostrado la existencia de esta potente asociación entre el vapeo y los más jóvenes y el inicio del tabaquismo posteriormente.
De hecho, han explicado que en España, uno de cada cuatro estudiantes de 12 y 13 años ha probado alguna vez un cigarrillo electrónico, más las chicas que los chicos, según un estudio efectuado en 8.000 estudiantes de 1.º y 2.º de la ESO, sobre consumo de alcohol, tabaco y posibles adicciones comportamentales en menores, elaborado por la Delegación del gobierno español.
En este sentido, han avisado de que aunque en la primera adolescencia, la prevalencia de consumo de tabaco convencional es relativamente baja, el de cigarrillos electrónicos es mucho más alto. Hasta un 25% ha ahumado un e-cigarrillo alguna vez en su vida (un poco más las chicas) y entre un 10% y un 12% en el último mes.
Así, a medida que aumenta la edad, aumenta el consumo de tabaco convencional. En el grupo de 14 a 18 años se llega a quintuplicar respecto del de entre 12 y 13 años para el tramo temporal del último mes, pasando del 4,1% al 21%. También se enfila el de consumo de cigarrillos electrónicos, ya que los alumnos de 13 años que han vaporeado prácticamente duplican a los de 12 años en el último mes, un 14,5% enfrente del 7,6%.
“El tabaquismo pasivo y el vapeo pasivo son nocivos para la salud humana. Hoy día, gracias a las investigaciones que se han realizado sobre este tema, disponemos de evidencia científica suficiente y muy robusta para dar apoyo a la medida”, ha asegurado el doctor Antoni Rosell, neumólogo y presidente de BRN.
Por todo ello, la Sociedad Catalana de Neumología (SOCAP) y la Barcelona Respiratory Network han animado el ministerio de Sanidad y la Generalitat a sacar adelante el nuevo plan. “No hacerlo, no sería ético para los fumadores y vapeadores pasivos”, ha argumentado Carmen Monasterio, neumóloga presidenta de SOCAP.