Judicial
De enfrentarse a 5 años de prisión a una multa de 300 euros: se retracta la víctima de un 'secuestro'
La fiscalía retira la acusación por detención ilegal y sólo la mantiene por lesiones leves por un mordisco del procesado
Un acusado de retener a una mujer en un domicilio de Girona la madrugada del 26 de junio del 2022 ha pasado de enfrentarse a 5 años de prisión a pagar una multa de 300 euros.
El motivo es que al juicio, que se ha hecho en la sección tercera de la Audiencia de Girona, la víctima ha asegurado que el procesado impidió que saliera de casa porque iba «muy borracha» y no quería que cogiera el coche para ir hasta Santa Coloma de Farners.
La fiscalía ha retirado la acusación por el delito de detención ilegal y sólo la ha mantenido por lesiones leves porque el procesado ha reconocido que, durante un forcejeo, le dio un mordisco a la mujer. El abogado de la defensa, Sergio Noguero, se ha adherido la petición y el juicio ha quedado visto para sentencia.
Antes de que empezara el juicio, la víctima, que se había personado como acusación particular, ha renunciado a seguir haciéndolo. En la sala de vistas, pues, había la fiscalía solicitando una pena de 5 años de prisión por un delito de detención ilegal y una multa de 60 días por un delito leve de lesiones y la defensa, que pedía la absolución.
Según sostenía la acusación pública, la madrugada del 26 de junio del 2022, acusado y víctima salieron de fiesta por la ciudad y estuvieron bebiendo alcohol. En un momento de la noche, los dos fueron a casa de él, también en Girona. Una vez allí, y pasada un rato, la mujer le dijo que quería marcharse.
La fiscalía indicaba que fue entonces cuando el hombre la retuvo: «Con ánimo de privarla de su libertad ambulatoria, bajó al portal de acceso al edificio y cerró con clavo». El escrito de acusación recogía que el acusado impidió que se marchara del piso y pidió ayuda forcejeando con ella, tapándole la boca, estirándole los pelos y dándole «varios mordiscos».
El supuesto secuestro duró hasta las 5.30 horas de la madrugada, cuando la mujer llamó por teléfono a una amiga para decirle que el procesado no la dejaba salir. Esta amiga fue quien alertó a través del 112 y una patrulla de los Mossos d'Esquadra fue hasta el domicilio.
No conducir bebida
Aunque los agentes de los Mossos d'Esquadra que atendieron el aviso han afirmado que la víctima estaba «muy asustada» y que dijo que habían tenido una disputa por celos, este miércoles al juicio ha dado una versión diferente. En la sala de vistas, la mujer ha afirmado que estuvieron todo el día bebiendo alcohol y que salieron de la discoteca y fueron a casa del procesado porque ella se encontraba «muy mal».
Una vez allí, sin embargo, dice que se le puso entre ceja y ceja coger el coche para ir hasta su casa, en Santa Coloma de Farners, pero el procesado no la quería dejar conducir. Según la mujer, la disputa y el forcejeo fueron porque el hombre le decía que si quería marcharse lo hiciera a pie pero que no pensaba darle las claves del vehículo. «Lo mordí porque quería las llaves, y él también a mí», ha añadido.
Es el mismo relato de hechos que ha hecho el acusado: «Si íbamos tan borrachos que decidimos no coger mi coche para volver de la discoteca, que es un recorrido de cinco minutos, no la podía dejar hacer un trayecto de media hora hasta Santa Coloma».
Al final del juicio, la fiscalía ha modificado el escrito de conclusiones provisionales y ha retirado la acusación por el delito de detención ilegal. Lo ha mantenido sólo por el delito leve de lesiones por el mordisco que el procesado ha admitido que le dio a la víctima. Por este segundo delito, ha solicitado que el acusado pague una multa de 300 euros. No pide indemnización para la mujer porque ha renunciado expresamente al juicio.
La defensa, encabezada por el letrado Sergio Noguero, se ha adherido a la petición de la fiscalía y acepta la multa por las lesiones leves. El juicio ha quedado visto para sentencia.