Diari Més

Gestores aseguran que los payeses están sometidos a una normativa «muy estricta» que perjudica su margen de beneficio

Constatan un «control excesivo» y apuntan a los precios mínimos como una de las soluciones a la problemática del sector

Elena Estopà, miembro de la junta de la delegación de Lleida del Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Cataluña, trabajando en su despacho.ACN

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El Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Cataluña (COGAC) considera que los payeses están sometidos a una normativa europea «muy estricta» que perjudica el margen de beneficio del productor. Los gestores constatan un control «excesivo» por parte de las administraciones entorno la trazabilidad del producto, la obligatoriedad de una formación continua, cambios de la normativa o la dificultad para tramitar subvenciones mediante un sistema administrativo «poco eficiente». Todo, una normativa que no se ve compensada con «incentivos». Por eso, los profesionales consideran que fijar precios mínimos sería una de las soluciones por el sector. El exceso de burocracia ha sido uno de los motivos de las diferentes movilizaciones europeas del sector agrario.

Documentación para declarar los datos de las explotaciones agrarios (DUN), para declarar la gestión de deyecciones ganaderas y otros fertilizantes nitrogenados (DAN), para gestionar las subvenciones europeas (PAC) así como el hecho de tener que justificar la trazabilidad del producto desde el inicio de la cadena producción hasta el consumidor final es parte de la burocracia que el sector agrícola considera «excesiva» y uno de los motivos que han detonado las diferentes movilizaciones por todo el Estado y Europa.

Elena Estopà, miembro de la junta de la delegación de Lleida del Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Cataluña, también ha destacado en declaraciones en la Agencia Catalana de Noticias (ACN) la dificultad en tramitar las subvenciones y ha explicado que presentar la documentación necesaria para acceder a la ayuda no es garantía para cobrar la subvención. «Primero el cpayés tiene que hacer la inversión con financiación propio o del banco y, una vez ejecutada, lo tiene que justificar», ha dicho.

Por otra parte, Estopà ha apuntado que las ayudas y los cambios de modelo condicionan la actividad de los productores. «El payés no puede plantar lo que quiere porque se incentiva plantar un producto sobre otro», ha explicado a la gestora haciendo referencia a la reconversión varietal.

De la misma manera, ha subrayado que la cantidad de dinero invertido en maquinaria agrícola «es brutal» y las administraciones obligan a los payeses a comprar nueva para que sea «más sostenible». Con respecto a la normativa de seguridad animal, los ganaderos se han visto obligados a renunciar a una parte de su producción teniendo que mantener las mismas instalaciones.

Por todo ello, Estopà concluye que las políticas agrarias «ahogan» a los payeses y van en detrimento del margen de beneficio del productor, quien no ve compensado el «control excesivo» con incentivos.

Sobre el terreno, Jordi Ginestà, payés de Castellserà (Urgell), pone de ejemplo el hecho de llenar el cuaderno de productos fitosanitarios como una «pérdida de tiempo». «Cada día tenemos que escribir todo lo que hacemos y cuáles son los productos que utilizamos. Tienes prácticamente el mismo trabajo a apuntarlo que a aplicarlo a la tierra», ha explicado.

Además, Ginestà ha puntualizado que se trata de productos enmarcados dentro del marco legislativo, ya que los prohibidos por normativa no están disponibles en venta. «Presentando las facturas tendríamos que tener de sobra para trabajar. Somos los primeros interesados al hacer las cosas bien con el fin de sacar más producción y ganar más», ha dicho.

Conjunto de factores que han hecho explotar el sector

Después de hacer un producto de calidad que ha seguido un control de trazabilidad «estricto», Estopà ha recordado que el productor no puede decidir el precio en el cual lo tiene que vender, ya que lo fija el comprador.

Aparte de la burocracia «innecesaria» y la falta de control de precios, el sector tiene que convivir con la competencia desleal de los productos venidos de terceros países, ya que se han producido con unos costes inferiores y sin haber pasado los mismos controles sanitarios. «La normativa es muy rigurosa con los payeses de aquí, pero poco con los de fuera», ha dicho Estopà.

Sistema administrativo «poco eficiente»

Con respecto a la previsión de habilitar la ventana única para que payeses, ganaderos y productores puedan hacer trámites con la Generalitat, Estopà lo valora como una opción siempre que «haya alguien al otro lado». En este sentido, ha explicado que el proceso de gestión de documentos se ha digitalizado desde la irrupción de la pandemia y que una vez envías un expediente «le pierdes el control» en un contexto en que la seguridad jurídica es «justa».

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