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Judicial

18 años de prisión por agredir sexualmente a dos chicas y obligarlas a hacer vídeos porno

Les partes pactan la pena en la Audiencia de Lleida para evitar que las víctimas tengan que declarar y revivir los hechos

El joven que ha admitido agredir sexualmente a dos chicas durante la vista a la Audiencia de LleidaCedida

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La Audiencia de Lleida ha acogido este miércoles la vista a un vecino del área metropolitana de Barcelona que ha admitido que agredió sexualmente a dos chicas. En concreto, las obligó a hacer imágenes y vídeos de carácter pornográfico y las amenazó con difundirlo. Así, consiguió que accedieran a sus peticiones y quedó con una de ellas en un hotel de Lleida y la violó. El acusado, que también poseía pornografía infantil, se enfrentaba a 43 años de prisión, pero las partes han acordado una condena de 18 años para evitar que las víctimas tuvieran que declarar y revivir los hechos. Para rebajarle la pena se ha tenido en cuenta también que el joven está diagnosticado con inteligencia límite, facilitó la investigación y ha confesado.

En el vaciado del móvil del acusado, los Mossos detectaron más de 1.400 vídeos, 11 de los cuales de una de las víctimas, y 587 archivos de pornografía infantil. A través del análisis del contenido del dispositivo, la policía identificó y contactó con otras víctimas que no quisieron denunciar los hechos porque «no querían recordarlos y era una situación que las angustiaba mucho», ha declarado el jefe de la Unidad de Investigación del ABP de los Mossos en el Segrià.

En concepto de responsabilidad civil, se pide que el procesado indemnice a las dos víctimas, una de las cuales era menor de edad en el momento de los hechos y la otra tiene una discapacidad del 65%, con 60.000 y 20.000 euros respectivamente. Ha quedado visto por sentencia.

Modus operandi

Los hechos juzgados se remontan a partir del mes de octubre de 2021. A través de WhatsApp y redes sociales, el procesado contactó con las chicas y les pidió imágenes de contenido erótico y pornográfico a cambio de una remuneración económica. Una vez obtenido el material gráfico, el joven amenazó a las víctimas con publicarlo si no accedían a sus peticiones, como introducirse objetos por la vagina o quedar con él, ha explicado uno de los agentes de los Mossos d'Esquadra que se encargó del vaciado del móvil del joven.

Así, el procesado consiguió quedar presencialmente en enero del 2022 con una de las chicas, en que entonces era menor de edad, en un hotel de Lleida. Reservó una habitación en la cual ató la víctima con bridas y le puso en la boca una pieza de ropa íntima para violarla.

Un día, el padre de esta chica descubrió los hechos. Entonces acompañó a su hija a presentar la denuncia a la policía, ya que ella manifestó que no había querido denunciar antes porque se sentía coaccionada y tenía miedo. Los Mossos abrieron una investigación y gracias al registro que el investigado hizo en el hotel de Lleida pudieron identificarlo. Lo detuvieron en el área metropolitana de Barcelona y se encuentra en prisión preventiva desde junio de 2022.

El vaciado del móvil permitió localizar a una segunda víctima, una joven mayor de edad y con una discapacidad del 65% que también sufrió el modus operandi del acusado. Estos hechos también se han juzgado en la Audiencia. A raíz del material investigado, la policía pudo identificar y contactar también con otras víctimas, pero estas los dijeron que no querían denunciar el caso por evitar revivir los hechos y una situación que las angustiaba mucho, han explicado los Mossos.

La policía también encontró en el móvil más de un millar de vídeos de carácter pornográfico de las víctimas y medio millar de archivos de pornografía infantil.

«Esta vez me he pasado»

Uno de los agentes de los Mossos que se hizo cargo de la detención del acusado en Barcelona ha indicado que este «no mostró emociones» y que dijo: «esta vez me he pasado», mientras era detenido. En el momento de los hechos, el joven tenía diagnosticado una inteligencia límite con un coeficiente intelectual del 59% y un trastorno de TDAH, que lo hacía actuar de manera impulsiva. Así, sufría también episodios de masturbación compulsiva, hecho que afectaba de manera parcial al entendimiento de las consecuencias de los hechos, según se ha dado a conocer en la vista.

El joven, que colaboró con la policía facilitando su dispositivo móvil, ha reconocido los hechos y se ha disculpado en el último turno de palabra en la Audiencia. «Pido perdón a las víctimas. El tiempo que llevo en prisión me ha hecho reflexionar y no quiero volver a hacerlo», ha dicho.

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