El cine catalán se examina en los Oscars con 'La sociedad de la nieve' y 'Robot dreams' como nominadas
Hollywood es el colofón final de dos películas con una carrera meteórica iniciada en festivales internacionales
El cine catalán se examina este domingo en Hollywood, la meca de la industria cinematográfica mundial, donde llega de la mano de La sociedad de la nieve y Robot dreams. Los Oscars son el colofón final de unas carreras meteóricas que iniciaron su periplo en festivales internacionales. Pablo Berger, que aspira a la estatuilla como mejor película de animación, estrenó la cinta en Cannes en mayo, mientras que J. A. Bayona opta en el Oscar Internacional y en el de maquillaje y peluquería en un camino que inició en septiembre en La Muestra de Venecia. Desde entonces, no han dejado de recoger premios y nombramientos, desde los Globos de Oro o los Critics Choice Awards, pasando por los Annie, los Bafta, los Europeos de Cine, a los Goya o los Disfrutó.
Para escribir una nueva página en la historia del cine catalán, tanto Bayona como Berger tendrán que imponerse a películas también multipremiadas. Si quiere llevarse el Oscar Internacional, una categoría que nació en 1956 y a la cual se ha presentado 88 largometrajes este año, La sociedad de la nieve tendrá que batir a la gran favorita, la británica La zona de interés, de Jonathan Glazer, nominada también en mejor película del año.
También le disputa la estatuilla Yo capitán, de Matteo Garrone; Perfect days, de Wim Wenders; y La sala de profesores, d'İlker Çatak. Maestro, Oppenheimer, Pobres criaturas y Golda comparten nombramiento con Ana López-Puigcerver, David Martí y Montse Ribé, de La sociedad de la nieve, en la carrera por la estatuilla en mejor maquillaje y peluquería.
Por su lado, si Robot dreams quiere subir hasta el escenario del Dolby Theater de Los Angeles este domingo para recoger el premio a mejor película de animación -la categoría de creación más reciente, en el 2001- se tendrá que imponer a El chico y la garza, el último filme de Hayao Miyazaki y Toshio Suzuki producida por el célebre estudio Ghibli; Spider-man: cruzando el multiverso; Nimona; y Elemental.
Cintas con talento catalán con experiencia en Hollywood
El talento catalán no es la primera vez que llega a la gala de los Oscar, si bien se estrena con la triple candidatura. Así, las películas de J. A. Bayona y Pablo Berger siguen la estela de filmes con talento catalán que a lo largo de la historia han probado suerte en Hollywood, aunque sólo han cruzado el Atlántico con la estatuilla bajo el brazo.
La gesta la firmó primero Néstor Almendros en 1979, cuando recogió el Oscar a mejor dirección de fotografía por Días del cielo, de Terrence Malick. Los segundos y últimos al hacerlo han sido Montse Ribé y David Martí, que se lo llevaron en el 2007 por El laberinto del fauno.
El primer nombramiento español -que se remonta en 1953- también salió de Cataluña gracias al pintor Antoni Clavé. El polifacético artista hizo debutar Cataluña en los Oscars con un doble nombramiento, a mejor dirección artística en color y mejor diseño de vestuario por El fabuloso Andersen, aunque no recogió ninguna de las dos estatuillas.
Ocho años más tarde, en 1961, llegó el nombramiento a mejor película de habla no inglesa por Plácido, del valenciano Luis García Berlanga, rodada en Manresa y producida por Jet Filmes de Alfredo Matas, en aquel momento empresa domiciliada en Madrid pero que trasladó la sede social tres años más tarde en Barcelona, ciudad natal del propietario. Aquel mismo año, en 1964, Francesc Rovira Beleta optaba en un Oscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa por Los tarantos. Cuatro años después, volvió a la gala de Los Ángeles por El amor brujo, aunque no ganó ninguno.
A la década de los 80, y después de la proeza de recoger un Oscar, Néstor Almendros obtuvo tres nombramientos más de la Academia de Hollywood en la misma categoría: en 1980 por Kramer vs. Kramer, de Robert Benton; 1981 por El lago azul, de Randal Kleiser; y en 1983 porLa decisión de Sophie, de Alan J. Pakula.
Cataluña tuvo que esperarse veinte años a volver a cruzar el océano y optar de nuevo en un Oscar. Lo hizo en el 2004 el documental de Carles Bosch y Josep Maria Domènech Balseros, que tampoco recogió el premio. Dos años más tarde, sin embargo, Montse Ribé y David Martí, del estudio DDT SFX, alzaban el Oscar a mejor maquillaje y peluquería porEl laberinto del fauno, una situación que se podría repetir este domingo por su caracterización de los personajes de La sociedad de la nieve.
Robot dreams también seguirá en la gala de este año el camino trazado antes por otro filme catalán animado anterior, Chico y Rita, la exitosa propuesta de Javier Mariscal y Fernando Trueba que en el 2012 competió por el Oscar a mejor película de animación, un premio que le arrancó Rango.
La última de las experiencias catalanas en Hollywood se remonta a hace siete años, cuando el cortometraje Time code, de Juanjo Giménez, fue nominado por la Academia de Hollywood, una distinción que tampoco se llevó.