Cuello de botella por el permiso de trabajo de extranjeros: 5.500 expedientes pendientes y esperas de más de 7 meses en algún trámite
Les peticiones se triplican desde el 2016 y el Govern transcribe «a mano» expedientes porque no tiene acceso al sistema estatal
El incremento de solicitudes de permisos de residencia y trabajo para extranjeros, que se han triplicado desde el 2016, ha provocado un cuello de botella. En concreto, de las 34.674 solicitudes presentadas en el 2023, 5.500 todavía están pendientes de tramitar por parte de la Generalitat, del Estado o de todas dos administraciones. De los 29.170 resueltos, 4.500 eran autorizaciones iniciales que se han tramitado fuera de plazo, con una espera de hasta siete meses, más del doble del límite legal. En cambio, se han resuelto dentro del plazo los trámites que piden los extranjeros ya residentes. Fuentes del Govern atribuyen la problemática al aumento de peticiones pero también al hecho de que la Generalitat no tiene acceso a la plataforma informática estatal de gestión de expedientes.
La diferencia entre el tiempo de resolución del trámite de autorizaciones iniciales de asalariados (226 días) y el de las modificaciones de los extranjeros residentes (75 días) no es casual. Ante el aumento de solicitudes del 82% registrado en el 2023, el Departamento de Empresa y Trabajo ha decidido priorizar las resoluciones de las modificaciones que piden trabajadores que viven en Cataluña, que son mayoría entre los expedientes. Estos procesos tienen una tramitación «menos compleja» mientras que un retraso puede implicar «graves perjuicios» como perder un trabajo o el cierre de la cuenta bancaria. En total, se resolvieron 22.328 en el 2023.
La falta de acceso a la plataforma informática estatal de gestión de expedientes de extranjería provoca que los técnicos del Departamento destinen «grandes cantidades de tiempo sólo a transcribir los datos de los expedientes» a mano, una «tarea administrativa totalmente ineficiente» según detallan fuentes de la consejería.. El Govern calcula que si tuviera acceso a la plataforma, denominada Mercurio, pasarían de resolver en 75 días a los 5 o 10 días los trámites de las modificaciones de residencia y trabajo y recortarían de los 220 días actuales a los 10 o 20 días en las autorizaciones.
Desde el año 2009, la Generalitat gestiona algunos procedimientos de autorización inicial de trabajo a personas extranjeras. Es la única comunidad que asume estos trámites, que se tienen que coordinar con los que son responsabilidad del Estado, los de entrada y de residencia. Fuentes del Departamento defienden que hasta el incremento exponencial del 2023 los expedientes se habían resuelto dentro del plazo legal. En el 2016 el tiempo de espera era de 15 días. En cambio, a día 8 de marzo todavía había un 17% de expedientes presentados el año pasado pendientes de tramitar.
«Los retrasos son crónicos»
Les entidades que ayudan a los extranjeros a regularizarse denuncian que «los retrasos son crónicos» y se repiten en los diferentes niveles de la administración de forma «periódica». Organizaciones como el CITE o Fedelatina remarcan que desde el estallido de la pandemia la situación se ha agravado y «los tiempos son larguísimos». «Cuando hablamos de inmigrantes hablamos de trámites cuando son personas y familias. Que una persona no pueda reunificar su familia por una demora es inhumano. Es necesario que la normalidad con que renovamos un DNI se aplique a las personas inmigrantes», dice Javier Bonomi, presidente de la Federación de Entidades Latinoamericanas de Cataluña.
Les organizaciones constatan que las oficinas de extranjería no tienen lo bastante manso y no disponen de bastantes recursos materiales o informáticos pero añaden que hay un «motivo de fondo» por los retrasos. «Los procedimientos son excesivamente complejos y eso hace que se ralentice mucho, tendríamos que agilizar los procedimientos para garantizar que el tiempo de espera sea el mínimo posible», afirma Carles Bertran, al director del Centro de Información para Trabajadores Extranjeros vinculado al sindicato CCOO.
Según los datos oficiales, en los trámites que gestiona Trabajo el retraso más importante se sitúa en los expedientes para poder contratar a alguien en el país de origen, una demora que puede provocar la pérdida de la oportunidad laboral. «Es muy difícil conseguir una oferta de una empresa, que no puede esperar, necesita al trabajador ya. La administración tiene que ir de la mano de las ofertas laborales si no el sistema no funciona ni para unos ni para otros y todos perdemos», añade Bonomi.
Incremento exponencial de expedientes
El aumento de expedientes se empezó a notar en el 2021, cuando se produjo un fuerte aumento que estalló en el 2023. El ciclo económico expansivo y los cambios normativos del 2022 que flexibilizan los criterios de la ley de extranjería son los motivos que explican este incremento de solicitudes que han pasado de ser 10.999 en el 2016 en 34.674 en el 2023. La cifra del 2023 todavía podría ser más alta porque se están incorporando todavía algunos expedientes que entraron el año pasado.
El aumento de trabajadores extranjeros se pone de manifiesto en las últimas actualizaciones de los datos de referencia del mercado laboral. Así, en la última edición de la Encuesta de Población Activa (EPA) la población extranjera representó un 63,2% del incremento de nuevos ocupados del 2023, con un aumento que prácticamente cuadruplicaba el de la población nativa.
Entre los cambios normativos, ha influido la mayor facilidad para pasar del permiso por circunstancias excepcionales al de residencia y trabajo inicial, hecho que ha multiplicado las solicitudes que gestiona la Generalitat. Entre otros, durante el 2022 el gobierno español creó la figura del arraigo por formación y amplió los supuestos para acogerse al arraigo familiar.
Esta reforma también incluyó la creación de la Unidad de Tramitación de Expedientes de Extranjería, anuncio que las entidades denuncian que no se ha trasladado en hechos.
«Al Estado le interesa mucho que los inmigrantes tengan papeles, porque son personas jóvenes con una alta capacidad para trabajar y, por lo tanto, para contribuir en el sistema fiscal», explica al economista Judit Vall. Según Vall, los estudios demuestran que la regularización de inmigrantes del 2005 tuvo «consecuencias distributivas» para|por el resto de trabajadores.
«Por cada persona regularizada el Estado ingresó entre 4.000 y 5.000 euros más por año», afirma el economista, que añade que en España se ha demostrado que la incorporación de inmigrantes al mercado laboral no tiene un impacto negativo sobre las tasas de empleo de la población nativa. Además, contribuyen a reducir la brecha salarial de género.
Los gestores piden más eficiencia administrativa
Otro de los actores protagonistas de la tramitación de expedientes es el Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Cataluña, que constata los retrasos y reclama que mejorar la eficiencia poniendo más medios personales e informáticos. «Muchas plataformas fallan y muchas veces intentas entrar pero te sale un error y tienes que volver a presentar expedientes. Se va mejorando pero hay muchas carencias informáticas y, sobre todo, de personal, detalla Marc Giménez Bachmann, ponente de la comisión de extranjería del Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Cataluña.
Según Bachmann, hacer posible el acceso de la Generalitat en la plataforma Mercurio «facilitaría mucho el trabajo a los profesionales, a los extranjeros y a los mismos funcionarios». La diferencia entre los dos sistemas provoca que el gestor pueda adjuntar documentos directamente al propio expediente en los trámites estatales mientras que cuando el receptor es la Generalitat se hace por registro electrónico. «Un funcionario tiene que captar este documento y juntarlo en el expediente y eso puede dar más lugar a incidencias», ejemplariza.
Se habla mucho de inteligencia artificial, desarrollo de sistemas y a las administraciones públicas queda mucho para hacer. No hay interacción entre las diferentes administraciones, no está coordinado y a veces tenemos que presentar documentos dos veces cuando sería muy fácil acceder», lamenta, en la misma línea, Bonomi.
Les peticiones de acceso a la plataforma se remontan en el 2013
Ante la situación de incremento constante de los expedientes, Trabajo ha duplicado al personal funcionario dedicado a la tramitación con 22 técnicos más y prevé contratar 18 más en mayo. De esta manera, la plantilla que se dedica a estos trámites pasará de 37 a 77 trabajadores.
Con todo, el incremento de plantilla no ha sido suficiente para resolver los expedientes dentro del plazo legal de tres meses, y por eso el Departamento de Empresa y Trabajo insiste en la necesidad en poder utilizar la plataforma Mercurio, sea teniendo acceso o con una alternativa informática más sencilla que no obligara al gobierno español a modificar los aplicatius. Fuentes de la consejería que dirige Roger Torrent remarcan que no hay respuesta por parte del Estado a una cuestión que se arrastra desde el 2013.
La Generalitat espera estabilizar los expedientes pendientes de revisión y dar respuesta en menos de tres meses antes de finalizar en el 2024.
Les competencias en inmigración, en el centro del debate
Les competencias en inmigración llegaron al centro del debate después del pacto entre el PSOE y Juntos para «delegar» a estas facultades a la Generalitat a cambio que Juntos permitiera la aprobación de dos decretos del gobierno español con medidas anticrisis el 10 de enero, después de días de negociaciones agónicas. El acuerdo estaba poco definido, y las dos partes acabaron admitiendo que no se ha llegado a concretar cuáles serán las competencias exactas que se delegarán. El presidente español, Pedro Sánchez, subrayó que en ningún caso se cederían competencias en control fronterizo, de asilo y la lucha contra la inmigración ilegal.
A grandes rasgos, las competencias del Estado en inmigración son todas aquellas relativas a permisos de residencia, derecho de asilo, control fronterizo y flujos migratorios, incluidas las expulsiones de inmigrantes y las relaciones diplomáticas. A su vez, la Generalitat, tiene responsabilidades en el acogimiento y la integración social y económica de las personas migrantes en el país.
La administración catalana también tiene la competencia ejecutiva en materia de autorización de trabajo en los extranjeros que trabajan en Cataluña. Todo eso, esta acción se ejerce en coordinación con el Estado, ya que es quien controla la entrada y la residencia. En el caso de los ayuntamientos, se encargan de los trámites de empadronamiento y también tienen que dar respuesta en un plazo de tres meses. Con todo, varias entidades han denunciado que también en estos trámites municipales algunos ayuntamientos ponen trabas para retrasarlos.
Sobre estos debates, las organizaciones que están en contacto con extranjeros aseguran que «cada vez que se habla de la modificación del marco legal genera preocupación y esperanza». «La ley de extranjería atraviesa toda la vida cotidiana de estas personas. Incluso teniendo papeles, los trámites también te están condicionando a la hora de hacer un contrato de trabajo, de acceder a un alquiler, de hacer un trámite a la Seguridad Social. El marco de extranjería condiciona y es una preocupación mucho importando de los colectivos de personas extranjeras que están en nuestra casa», ha detallado Carles Bertran, director del CITE.