Diari Més

Demografía

Casi 14.000 personas abandonaron ciudades catalanas en 2022 para trasladarse a entornos no urbanos

La mayoría se mudaron a localidades del Vallès Oriental, el Baix Penedès, el Maresme y el Garraf

Los municipios de las localidades y áreas semidensas, generalmente entre 5.000 y 50.000 habitantes, han sido los principales receptores de la migración dentro de Cataluña.Google Maps

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Les grandes ciudades catalanas perdieron en 2022 un total de 13.599 residentes que se trasladaron a vivir en municipios no urbanos, principalmente del Vallès Oriental, el Baix Penedès, el Maresme y el Garraf. Según el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat), aquel año se registraron 272.971 cambios de residencia entre poblaciones de toda Cataluña, si bien el flujo neto en dirección a entornos no urbanos fue más intenso en los años de la pandemia de la covid, con 21.672 el 2021 y 27.867 en el 2020. Barcelona es el municipio con más salidas netas hacia el resto del territorio, con 10.079 personas menos, seguida de l'Hospitalet de Llobregat y Badalona, con saldos negativos de 1.518 y 1.224 habitantes, respectivamente.

Los municipios de las localidades y áreas semidensas, generalmente de entre 5.000 y 50.000 habitantes, han sido los principales receptores de la migración dentro de Cataluña. Han registrado un saldo positivo de 9.531 habitantes el año 2022, de una magnitud parecida al año 2019, previo a la pandemia, que fue de 9.167.

Por su parte, en los municipios de las áreas rurales se han contabilizado 4.048 entradas más que salidas. Este saldo es inferior al de los años 2020 y 2021, con 11.374 y 7.735 migrantes, respectivamente, pero es superior al de 2019, que fue de 2.799 personas.

El 57% de los 272.971 cambios de residencia dentro de Cataluña también comportan un cambio de comarca, con 34 comarcas que han sido receptoras netas de población del resto de Cataluña y siete comarcas que ha sido emisoras netas de población hacia el resto de Cataluña. El Arán registra el mismo número de entradas que salidas procedentes de municipios del resto de Cataluña.

El Barcelonès ha sido la comarca con el mayor flujo neto negativo, con 13.279 personas menos, mientras que los saldos migratorios positivos más altos se han detectado en el Vallès Oriental (1.634), el Baix Penedès (1.577), el Maresme (1.498) y el Garraf (1.107). Les tasas más elevadas de migración neta con el resto de Cataluña han correspondido al Baix Penedès (13,8‰), el Moianès (9,9‰), el Pallars Sobirà (8,2‰), el Alt Penedès (7,5‰) y el Garraf (7,0‰). Al mismo tiempo, las comarcas con las tasas de migración neta más negativa con el resto de Cataluña han sido la Segarra (-6,5‰), el Barcelonès (-5,8‰) y la Ribera d'Ebre (-2,2‰).

Por otra parte, el 29,4% de los movimientos internos en Cataluña han sido vinculados con población de nacionalidad extranjera, aunque representan el 17,2% de la población.

Movimiento de ciudadanos con el resto del Estado

En relación con los flujos migratorios con el resto del Estado, el saldo de 2022 ha sido negativo, con más emigraciones que inmigraciones. Así, los datos han mostrado que se marcharon unas 55.972 personas, mientras que llegaron 50.107, dando un saldo neto de -5.865 personas.

Andalucía, la Comunidad Valenciana y la Comunidad de Madrid han agrupado la mitad de los flujos migratorios entre Cataluña y el resto del Estado, encabezados por Andalucía, con el 18,2% de las inmigraciones y el 18,8% de las emigraciones. Con respecto al saldo de entradas y salidas, Cataluña ha registrado saldos negativos con 13 comunidades autónomas.

Han destacado Andalucía con un saldo neto negativo de 1.438 habitantes, las Islas Baleares con 971, la Comunidad Valenciana con 903 y la Comunidad de Madrid con 674. En el otro extremo, el saldo ha sido de signo positivo con respecto a Ceuta y Melilla (283), Murcia (246), Navarra (24) y Cantabria (15).

Los intercambios migratorios con el resto del Estado han estado de signo positivo a nueve comarcas catalanas, concretamente a la Garrotxa (86 personas), el Baix Ebre (51) y Osona (39). Entre las comarcas con saldos negativos, han sobresalido el Baix Llobregat (-1.417), el Vallès Occidental (-1.098) y el Maresme (-893).

Les tasas de migración limpias positivas más altas han correspondido al Arán (3,0‰), la Garrotxa (1,4‰) y el Pallars Jussà (0,8‰), mientras que las tasas más negativas se han registrado en el Priorat (-3,2‰), el Garraf (-2,2‰) y el Maresme (-1,9‰).

Balance con el extranjero

El balance de las migraciones en el extranjero se ha cerrado con un saldo neto de 158.546 personas, que representa el valor más alto nunca registrado. Por nacionalidad, el saldo externo de población de nacionalidad extranjera ha sido de 165.069 habitantes, mientras que el de nacionalidad española ha sido negativo, de 6.523 menos.

El saldo migratorio externo ha sido positivo en todas las comarcas y en el Arán. Les mayores tasas de migración limpia se han concentrado en el Barcelonès (32,1‰), la Selva (27,9‰), la Garrotxa (25,3‰) y el Tarragonès (23,7‰). Les menores tasas se han apuntado en las Garrigues (4,5‰), el Solsonès (6,3‰), el Pallars Sobirà (6,8‰) y el Pla de l'Estany (9,3‰).

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