Política
Una segunda oleada de independentistas se marcha al extranjero por el caso Tsunami
Al menos 7 de los 12 investigados por la Audiencia Nacional y el Supremo residen fuera de Cataluña a la espera de la amnistía
Una segunda oleada de independentistas se ha marchado al extranjero por la investigación de terrorismo de la Audiencia Nacional contra la plataforma Tsunami Democràtico por su papel en las protestas contra la sentencia del 1-O. Al menos siete de los 12 investigados están residiendo fuera de Cataluña actualmente, y cuatro de ellos se han trasladado en los últimos meses por la investigación del AN. El diputado de ERC Ruben Wagensberg, el activista de Òmnium Oleguer Serra, el periodista Jesús Rodríguez y el empresario Josep Campmajó viven ahora en Suiza, donde ya está la secretaria general de ERC, Marta Rovira, desde 2018. Después del 1-O Jaume Cabani se marchó a Bélgica, donde hasta hace poco también estaba el expresidente Carles Puigdemont, ahora en el Vallespir por la campaña del 12-M.
Todos ellos se exponen a ser juzgados y condenados por terrorismo por su presunta vinculación con el Tsunami y las protestas contra la sentencia del 1-O. También están investigando la cabeza de la oficina de Puigdemont, Josep Lluís Alay (en Cataluña), el empresario Xavier Vendrell (entre Cataluña y Colombia, es asesor del presidente Gustavo Petro), la dirigente de ERC Marta Molina, el empresario Oriol Soler (también en Cataluña), y el banquero suizo Nicola Flavio Giulio Foglia.
En una entrevista en la ACN Benet Salellas, abogado de Serra, Campmajó y Soler denuncia que, a pesar de la ley de amnistía, hay «un cierto descontrol en determinados espacios» del poder judicial español que están «dispuestos a ir más allá de lo que dice la ley» por motivos «políticos». «La inseguridad hace tomar decisiones como el exilio», asegura.
Ahora mismo no hay órdenes de detención contra cabeza de los investigados, si bien se los empieza a citar para declarar. Justo esta semana la AN reclamaba a los investigados que no son aforados que le hagan llegar en un día las direcciones donde viven para que los pueda citar a declarar. El caso de Puigdemont y Wagensberg está en el Tribunal Supremo por su condición de eurodiputado y diputado, respectivamente.
Más allá del riesgo de entrar en la prisión, Salellas explica que la decisión del exilio también es una vía para «denunciar internacionalmente que España utiliza el terrorismo para hacer callar la disidencia política»: «Utilizaremos todas las vías institucionales para explicar en el mundo que se están vulnerando derechos fundamentales a ciudadanos europeos». «Hasta hoy el exilio ha demostrado que las decisiones de los países europeos han ido en contra de las autoridades españolas».
«Que la gente se tenga que marchar es una consecuencia lógica de la arbitrariedad del estado español contra la oposición política», añade el abogado suizo Olivier Peter. El también letrado de Serra y de otros independentistas catalanes cree que el caso del Tsunami «demostrará que aunque haya un cambio de gobierno en España la represión del independentismo sigue por parte de los poderes fácticos del estado».
Traslado a Suiza desde noviembre
Salellas revela a la ACN que decidieron activar el dispositivo para marcharse a Suiza a raíz del auto del juez del AN Garcia-Castellón del 6 de noviembre del 2023. «Demostraba que era una causa que utilizaría la derecha judicial para luchar contra la ley de amnistía y que no seguiría los controles o las reglas de cualquier causa judicial ordinaria. Eso a mucha gente le hace plantear el riesgo de situaciones de privaciones de libertad y de órdenes de detención», afirma. Ante esta preocupación se opta por «marcharse al exilio».
Igual que Ruben Wagensberg, diputado y número 9 de las listas de ERC al 12-M, Oleguer Serra, miembro de la Junta de Òmnium, también se marchó hace meses de Cataluña tal como explicó él mismo en un acto ayer por la noche en Perpiñán, acompañado del presidente de la entidad cultural, Xavier Antich, y el expresidente Jordi Cuixart.
La misma decisión tomó a finales de 2023 a Jesús Rodríguez, periodista de 'La Directa'. Su grupo de apoyo ha dado detalles en un acto este jueves en Sants, donde el mismo Rodríguez ha intervenido por videoconferencia. A su vez, el empresario Josep Campmajó también explicará que se ha marchado del Estado, en un acto que tendrá lugar en el Ayuntamiento de Girona esta mañana.
De cara a esta nueva etapa «de exilio», Salellas defiende que «el coste lo tiene que asumir el movimiento» independentista. «No puede ser que las personas que se han marchado al exilio tengan que asumir los costes», remarca.
El caso de Tsunami
Desde el 2019 la Audiencia Nacional persigue la plataforma Tsunami Democràtic porque considera que su vinculación con las protestas por la sentencia del ‘procès’ podría constituir un presunto delito de terrorismo. Cuatro años después, finalmente en noviembre del 2023 el juez instructor de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón acuerda dirigir la investigación por las actuaciones del Tsunami contra Puigdemont, Rovira, Wagensberg, Josep Lluís Alay, Oriol Soler, Xavier Vendrell, Marta Molina, Josep Campmajó, Jesús Rodríguez, Jaume Cabani, Oleguer Serra y Nicola Flavio Giulio Foglia. Los hechos podrían calificarse de manera indiciaria, indica al juez, como de terrorismo.
El magistrado considera que el Tsunami era una organización que tenía como objetivo «subvertir el orden constitucional, desestabilizar económica y políticamente el Estado y alterar gravemente el orden público mediante la movilización social masiva». Los informes de la Guardia Civil en los cuales se basa García-Castellón atribuyen a Tsunami el bloqueo de infraestructuras críticas del Estado y europeas como el del aeropuerto de Barcelona-El Prat, el intento de bloqueo de la torre de control ENAIRE de Barcelona en Gavà o el intento de bloqueo del aeropuerto de Madrid-Barajas, la huelga general del 18 de octubre de en el 2019, el intento de afectación del proceso de elecciones generales de noviembre o las acciones cometidas a propósito del partido de fútbol entre el FC Barcelona y el Real Madrid en diciembre.
Suiza cuestiona García-Castellón
La Oficina Federal de Justicia de Suiza cuestionó el 20 de febrero la investigación de García-Castellón Rovira. En respuesta a la petición de información, el organismo pedía más información en España «antes de verificar» si la comisión rogatoria «tiene un carácter político», y recordaba que eso les impediría conceder la asistencia solicitada.
Mientras tanto, suspendía la petición del juez, que pedía localizar Rovira a Suiza, así como información sobre sus movimientos bancarios. «No entendemos qué finalidad se persigue con esta localización», apuntaba la oficina en un extracto de su respuesta. Al día siguiente mismo, García-Castellón recriminó en Suiza «sesgo político» y falta de colaboración en el ‘caso Tsunami’.
El abogado Olivier Peter asegura que es «la manera diplomática» de Suiza de rechazar la petición: «Quizás el señor García-Castellón no lo entiende, pero para los suizos es muy claro».
Historial de exilios
Seis años y medio después de que el expresidente Carles Puigdemont y un grupo de consellers se desplazaran a Bélgica por la causa de sedición y malversación (inicialmente también de rebelión) por la organización el referéndum del 1 de octubre, el independentismo vuelve a enviar activistas y políticos en el extranjero para evitar potenciales detenciones. Esta vez, por una causa colateral en la del 1-O.
De la primera oleada de exiliados independentistas todavía quedan dirigentes como Carles Puigdemont y Marta Rovira. El cabeza de lista de Junts al 12-M ha asegurado que volverá para asistir al pleno de investidura después de las elecciones en el Parlament, sea quien sea el candidato o candidata. De su banda, Rovira continúa pendiente de la evolución de la causa del Tsunami y de la aplicación de la amnistía, antes de concretar la estrategia de su posible retorno.
Pero también continúan en el extranjero al eurodiputado y ahora cabeza de lista de Junts a las elecciones europeas de 9-J, Toni Comín; y el diputado Lluís Puig (Junts). La exdiputada Anna Gabriel (CUP), la consellera Meritxell Serret (ERC) y la eurodiputada y cabeza de lista de aAlhora, Clara Ponsatí, pudieron volver a Cataluña, aunque estas últimas dos todavía tienen un caso por desobediencia abierto en relación con el 1-O. El activista Adrià Carrasco también pudo volver de Bélgica en el 2021.