Sociedad
Nace en Cataluña una asociación de hijos de donantes de óvulos y esperma para exigir acceso a sus orígenes
Ven vulnerado su derecho a la salud ya que desconocen información que puede ser relevante
Los hijos de donantes de óvulos y esperma han impulsado una asociación para exigir un cambio legislativo que les permita tener acceso a sus orígenes. La organización recibe el nombre de Asociación de Hijas e Hijos de Donantes (AHID) y se presenta oficialmente este sábado en Barcelona. Es la primera en el estado español y su objetivo final es conseguir cambiar la ley de reproducción asistida, que garantiza el anonimato del donante. Una portavoz de la entidad, Maria Sellés, ha explicado a la ACN que sin tener información sobre los donantes ven vulnerados varios derechos, entre ellos el derecho a la salud ya que les falta información relevante que puede ser importante en algún momento de su vida. Sellés dice pero que también hay efectos sobre la salud mental.
El origen de la organización surge del hecho de ir encontrándose, especialmente en las redes sociales, hijos e hijas de donantes, a menudo en la búsqueda de información sobre esta realidad. Sellés explica que son la primera generación de personas adultas fruto de donaciones de óvulos y esperma, o de las dos a la vez, y poco a poco se han ido poniendo en contacto. Apunta pero que este es un tema todavía «muy invisibilizado» y defiende que es necesario «romper este silencio». Si eso no pasa, lamenta que lo único que hay es el «discurso hegemónico» de las clínicas y en el que, aseguran, prevalecen los intereses económicos.
Así, la asociación nace con la voluntad de generar debate y pensamiento crítico sobre esta cuestión. El hito final pero es conseguir cambiar la normativa ya que se han informado de que así se ha hecho en otros países. De hecho, enfatizan que en Europa sólo España, Grecia e Italia mantienen el anonimato total de los donantes.
Desconocen los antecedentes de salud
Una de las principales preocupaciones de estas personas es el desconocimiento sobre sus antecedentes familiares y las implicaciones que eso puede tener en su propia salud. Eso hace que, ante una enfermedad o una prueba, no tengan respuestas. Sellés ha puesto en duda el argumento de que a los donantes se les hacen pruebas para garantizar que no hay ningún problema de salud grave y es que asegura que se miran «cosas muy básicas» y a menudo sin un control real. Además, pone sobre la mesa que muchos de los donantes son jóvenes, que en el momento de hacer la donación tienen un buen estado de salud, pero que pueden haber desarrollado después una enfermedad.
En este sentido, añade que no tienen garantizado el derecho a su salud física pero tampoco mental. «Si no sabemos de dónde venimos es muy difícil saber quiénes somos», manifiesta.
Ocultación en muchas familias
Otro tema sobre la mesa es el «ocultación» de la realidad aparte del colectivo. Según Sellés eso pasa especialmente en familias heterosexuales. Por eso, hay muchas personas que ni siquiera saben que son hijos o hijas de donantes. «Eso no puede depender de nuestros padres, lo tenemos que saber sí o sí», considera. Por eso, reclaman que esta información aparezca a las partidas de nacimiento.
Hoy por hoy la asociación busca hacer incidencia política y social pero no descarta poder poner en marcha en un futuro servicios de acompañamiento a personas y familias.