Política
Les negociaciones entre independentistas acercan la posibilidad de que ostenten la presidencia del nuevo Parlament
Incluso el PSC contempla la opción pero separa los acuerdos de la Mesa de la negociación de la investidura
Los pactos para una investidura todavía están lejos. Pero en los últimos días se dibuja por donde podrían ir las conversaciones para la votación más inmediata, la que escogerá la Mesa y la presidencia del Parlament.
En este sentido, los pocos movimientos que han trascendido dejan entrever que hay muchas posibilidades que se acabe cerrando un acuerdo entre Junts, ERC y la CUP para que un independentista ostente la segunda autoridad de Cataluña.
Tanto es así, que incluso al PSC contemplan esta opción como viable, a pesar de no gustarles. A pesar de eso, ni socialistas ni ERC vinculan los posibles pactos para la Mesa con lo que tenga que pasar en las negociaciones para una investidura, sea del candidato que sea.
Los partidos independentistas no pueden, por sí solos, investir a un presidente de la Generalitat de sus filas. Para esta operación, haría falta la connivencia -ni que sea en forma de abstención- del PSC. Pero lo que sí pueden hacer es llegar a un acuerdo para votar un presidente o presidenta del Parlament independentista.
Es por eso que ya la semana pasada empezaron las conversaciones para acordar una fórmula que permita el que han venido a nombrar «a una Mesa anti-represiva», con una presidencia soberanista y dejando fuera de partidos como PPC y Vox, aunque el PSC sea el partido con más miembros dentro del órgano.
Los últimos días, además, esta fórmula ha tomado forma y bastante, dado que todos los actores independentistas ven beneficios y, además, tanto ERC como el PSC han dejado claro en público y en privado que los pactos para la Mesa no condicionarán ni presupondrán las negociaciones de la investidura, quedando abiertas todas las posibles alianzas para la presidencia de la Generalitat.
Los primeros al levantar el dedo con la propuesta fueron la CUP. La diputada Laia Estrada explicaba el miércoles que mantendrían conversas entre independentistas y pedía una Mesa «garantista» y que la presidencia no quedara en manos del PSC.
Inmediatamente, Esquerra dejaba claro que veía con buenos ojos la estrategia y admitía contactos en aquets sentido. Este mismo viernes, los anticapitalistas hicieron público un comunicado explicando cómo han ido sus primeras conversaciones.
En este sentido, la CUP se reafirmaba en la propuesta pero avisaba que Junts impulsa políticas que considera idénticas a las del PSC y cuestionaba que una presidencia del Parlament en manos del de Puigdemont fuera la mejor opción. Sin embargo, no descartan todavía del todo ninguna opción.
Desde Junts han rechazado siempre pronunciarse sobre esta posibilidad, el silencio se ha impuesto como norma de nuevo, y hace unos días llegaron a negar que hubieran ofrecido la presidencia de la cámara a ERC a cambio de iniciar las conversaciones para una eventual investidura de Carles Puigdemont.
Al PSC, al conocer la posibilidad de un acuerdo entre los independentistas, reaccionaban con cierta sorpresa, porque daban por hecho que asumirían con naturalidad la segunda figura institucional de Cataluña.
Salvador Illa, poco después pedía a los partidos que «respetaran» el resultado del 12-M y «no envuelvan las cosas», a la vez que pedía «discreción» en las negociaciones de la Mesa. Desde entonces, sin embargo, su percepción de las cosas ha ido cambiando y ya admiten que es posible que al final haya una presidencia independentista en el Parlament, aunque consideran que sería un error.
Con todo, en caso que eso pasos, los socialistas creen que este escenario sería compatible con que Illa acabara siendo investido presidente de la Generalitat.
De hecho, de cara a la configuración de un nuevo Gobierno sólo ven dos opciones: la investidura de Isla o una repetición electoral. El PSC no quiere unas segundas elecciones, y así lo decía claro siempre que pueden, pero los socialistas también aseguran ser conscientes de que no son el partido a quien perjudicaría más esta opción.
Mantienen que tendrán conversaciones con casi todo el mundo, y entre ellos, claro está, habrá ERC. Pero ya los han avisado de que no están dispuestos a aceptar condiciones como impulsar un referéndum, tal como han planteado los republicanos, para evitar una repetición electoral.
La configuración de la Mesa, según el PSC
Este jueves, desde Manresa, Illa ha defendido que en el Parlament hay una «mayoría progresista» después de las elecciones del 12 de mayo. Y, por lo tanto, que eso se tiene que trasladar en la configuración de las instituciones, tanto el Parlament como la Generalitat.
La configuración de la Mesa de la cámara catalana con que piensa al PSC para que refleje los resultados del 12-M otorgaría 3 miembros para el PSC, 2 para Junts, 1 para ERC y 1 para el PPC. Teniendo en cuenta que la constitución del Parlament es el 10 de junio por la tarde, el día después de las elecciones europeas, todo hace prever que el desenlace no se conocerá hasta el mismo día 10 por la mañana.
Illa también ha pedido públicamente que no se haga perder el tiempo a los catalanes. «Ya es suficiente de bloques, pongámonos en el trabajo. Cataluña no tiene tiempo para perder. Ni líos ni bloqueos», defendió desde Manresa.