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El libro de la periodista Aure Farran recoge todo el Patrimonio UNESCO en Cataluña, con destacada presencia de la demarcación
Este mes ha llegado a las librerías El patrimoni UNESCO a Catalunya (Viena Edicions). Tal como explica la autora, la periodista Aure Farran Llorca, «es la primera vez que un libro recoge todo este patrimonio que ha sido reconocido por la UNESCO».
El volumen es, pues, un extenso trabajo que repasa la cuarentena de elementos reconocidos por su Valor universal excepcional, tal como recoge la Convención para la protección del patrimonio mundial cultural y natural del año 1972.
En la práctica, el trabajo de Farran es un repaso periodístico y riguroso, realizado a pie de monumento, y enriquecido con las aportaciones de historiadores, guías y técnicos que han acompañado a la periodista, colaboradora del diario Ara, en su periplo patrimonial.
En el libro tiene un espacio destacado el patrimonio romano de Tàrraco, un tesoro que la periodista reconoce haber descubierto en profundidad a raíz del trabajo de campo: «Había estado antes, pero al volver acompañada de expertos, me di cuenta de que sólo conocía la parte más superficial».
Este es, precisamente, uno de los atractivos del libro, asegura: «El texto sólo hace de correa de transmisión de toda la información me han explicado ellos». En el caso de Tàrraco, Aure destaca el hecho de que «en un espacio relativamente pequeño se concentre un patrimonio de muchísimo peso, que nos permite conocer de forma muy relevante parte de nuestra historia».
En su estancia en la comarca, la periodista admite haberse sentido especialmente impresionada en el Conjunto Monumental de Centcelles, en Constantí, que conoció de la mano de Josep Anton Remolà. Los Castillos, como elemento de patrimonio inmaterial, y el Monasterio de Poblet, son otros puntos destacados del libro de Farran.
En el caso del monasterio cisterciense, la periodista barcelonesa apunta que, más allá de la identificación de Montserrat como centro espiritual del país, «Poblet es un espacio igualmente significativo, y el reconocimiento de la UNESCO lo pone de manifiesto».